Cómo elegir la comida que necesita tu gato
Igual que nosotros necesitamos determinados nutrientes para mantener una dieta equilibrada, gozar de una buena salud y evitar enfermedades, nuestros gatos precisan de un aporte nutricional determinado que varía en función de su edad y si está esterilizado o no. Te ofrecemos unas pautas básicas que te ayudarán a elegir la comida más adecuada para tu mascota.
La proteína, base de la dieta
La base de la alimentación felina es la proteína, presente fundamentalmente en la carne y el pescado, por lo tanto, asegúrate de uno de ellos sea el componente principal del producto que compres y no los cereales o las harinas. En este sentido, es aconsejable que, además, en la lista de ingredientes se identifique el animal del que proceden las proteínas. El origen de las grasas también debe figurar en la etiqueta y es conveniente conocer asimismo el porcentaje de fibra. Ten en cuenta que, cuánto más clara sea la información acerca de la composición del producto, más seguro podrás estar de que ofreces a tu gato un alimento de calidad.
¿Comida seca o húmeda?
Ambas opciones proveen los nutrientes necesarios a tu mascota, pero cada una de ellas tiene sus ventajas y es importante que las conozcas.
Pienso seco
Es más barato y aporta más calorías. La textura crujiente del pienso seco mantiene los dientes de tu gato libres de sarro y le obliga a masticar. Es fácil de almacenar y conservar una vez abierto, ya que tiene una fecha de caducidad larga. Además, puede permanecer durante varias horas en el cuenco sin perder sus propiedades nutricionales.
Es perfecto si a tu gato le gusta picotear, ya que le proporciona pequeños y frecuentes bocados, pero ten cuidado si ves que tu mascota acude sin control al comedero; puede que no debas rellenarlo sistemáticamente y debas restringir la cantidad para evitarle problemas de sobrepeso.
Comida húmeda
Es más cara que la seca, pero su aroma resulta irresistible para los pequeños felinos, sobre todo si se calienta ligeramente. La comida húmeda está menos procesada, por lo que sus proteínas son de mayor calidad. Su textura suave y blanda facilita la deglución a los animales con problemas bucales o dentales, sacia más rápidamente e impide que el gato coma entre horas gracias a los formatos de ración individual. Con todo, la principal ventaja que ofrece este tipo de alimentación es que favorece la hidratación de tu mascota por su elevado contenido en agua.
La preferencia entre una y otra depende de múltiples factores, que pueden ir desde el precio hasta la capacidad de almacenamiento de tu casa, pasando por las preferencias de tu gato.
Como ambos tipos de alimentación aportan los nutrientes esenciales, la mejor opción es combinarlas.
Los expertos recomiendan incorporar en cualquier caso algo de comida húmeda a la dieta para tratar de equilibrar la tendencia natural de los gatos a beber menos cantidad de agua de lo que necesitan, lo que a la larga puede ocasionarle problemas renales.
La mejor elección según la edad
Las calorías que gasta un gato a lo largo del día dependen de su edad y peso. Las etiquetas de los productos de alimentación señalan las calorías consumidas por cada 100 gramos, de esta manera podremos ajustar las raciones en el comedero a las necesidades de nuestra mascota.
Gatos cachorros
Los gatos en fase de desarrollo precisan de mucha energía, por lo tanto, lo indicado es que te decantes por una alimentación rica en grasas y proteínas. Es importante también que el pienso contenga una cantidad elevada de calcio para ayudar a la formación del esqueleto de tu mascota.
Ten en cuenta que su estómago es muy pequeño en esta etapa vital y en ningún caso es aconsejable sobrecargarlo: hasta la octava semana lo ideal es que realice seis pequeñas comidas diarias; cinco hasta el tercer mes; y tres, desde el sexto.
Gatos adultos
A partir de los doce meses podemos considerar adulto a tu gato y es buen momento para instaurar una rutina habitual de alimentación que contenga, de forma equilibrada, todos los grupos de nutrientes: proteínas, grasas, carbohidratos, minerales, vitaminas y agua. Sin embargo, en esta etapa no hay una fórmula universal que nos diga cómo hay que alimentar a nuestro gato. Dependerá de sus propios gustos y apetencias, de su demanda energética, de su nivel de actividad…
En la actualidad, la investigación en este ámbito ha permitido desarrollar una amplia gama de alimentos adaptados a las necesidades específicas de cada animal:
- Poco activos y que tienden al sobrepeso: pienso 'light'.
- Con problemas de estreñimiento debido a la acumulacióm de bolas de pelo en el tránsito intestinal: alimentación rica en fibra.
- Esterilizados: ésta marca una diferencia en las necesidades nutricionales del gato, ya que lleva aparejada un aumento del riesgo de obesidad por el incremento de las ingestas y la reducción del gasto energético. La alimentación para gatos esterilizados tiene menor contenido en grasas y suele incluir L-carnitina, que favorece su metabolismo, y fibra, para mejorar el tránsito intestinal.
Gatos mayores
A partir de los diez años, el envejecimiento del gato hace que tienda a perder peso y masa muscular. Por ello es importante mantener una alimentación que le aporte la cantidad de proteína necesaria. Disminuye asimismo su capacidad de procesamiento de las grasas y de deglución del alimento, por lo que es aconsejable buscar piensos o comidas húmedas de fácil digestión y masticación.
Uno de los problemas más graves que sufren los gatos mayores es la enfermedad urinaria crónica. Para combatirla, la mayoría de las marcas han desarrollado líneas de producto bajas en fósforo y ricas en antioxidantes y ácido eicosapentanoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), que ayudan a trabajar el riñón de tu gato.
Por último conviene recordar que siempre nuestro veterinario es quien mejor nos podrá orientar para reducir los riesgos de salud y mantener a nuestro gato en su peso ideal.
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