¿Cómo elegir colchón para personas mayores?
Cuando llegamos a cierta edad, no solo cambia nuestro aspecto físico, sino también nuestros hábitos, costumbres y los biorritmos de nuestro cuerpo. Por ello, las personas mayores suelen necesitar dormir menos horas que las jóvenes, pero también que esas horas se conviertan en tiempo de descanso profundo.
¿Qué tipo de colchón es el más adecuado?
El nivel de adaptabilidad debe estar, en todo caso, en equilibrio con el de rigidez, para que el durmiente no se llegue a sentir agobiado por estar demasiado envuelto por el colchón.
Gracias a cómo se adaptan al cuerpo y a la sensación envolvente que producen, los colchones viscoelásticos son los mayoritariamente recomendados para las personas de edad avanzada. Al tumbarse sobre ellos, el peso se distribuye uniformemente y se evita la aparición de úlceras en la piel. Los colchones de látex también son una buena opción, al contrario que los de muelles, generalmente contraindicados para la tercera edad.
Existen múltiples posibilidades según la combinación de grado de firmeza o de adaptabilidad, la altura y el material de los colchones. Sin embargo, cuando el colchón es para una persona de edad avanzada, las posibilidades se reducen al deber tener en cuenta las circunstancias personales.
Somier articulado
Si vamos a comprar un somier para completar el equipo de descanso de una persona mayor, puede ser buena idea adquirir un somier articulado, que permite elevar por separado las distintas partes del cuerpo. De esta manera, podremos minimizar los dolores así como los problemas respiratorios y circulatorios. Podemos completarlo con un colchón específico para camas articuladas.
Colchones transpirables
Debido a las enfermedades que aparecen con la edad o a los fármacos prescritos para combatirlas, en ocasiones se generan olores poco agradables en la habitación donde duerme una persona mayor. Ocurre lo mismo si, a causa de su movilidad reducida, la estancia no se ventila con la frecuencia que debería.
Para combatir los malos olores o los ambientes cargados, es muy recomendable comprar un colchón que tenga un buen sistema de ventilación.
Dado que algunos modelos viscoelásticos y de látex no son demasiado transpirables, conviene combinarlos con un somier en lugar de con un canapé, para favorecer que el aire circule libremente a través del colchón.
Baja altura y temperatura regulable
La altura del colchón puede ser crucial cuando quien duerme sobre él es una persona mayor. Sentarse encima y después tumbarse puede resultarle complicado si tiene problemas de movilidad, por lo que se recomiendan colchones no muy altos y somieres de perfil bajo.
Puede ser muy práctico adquirir un colchón con un sistema especial para regular la temperatura. Existen modelos que se adaptan no solo a la forma y peso del cuerpo, sino que también reaccionan a su temperatura, para que el durmiente no tenga ni frío en invierno ni calor en verano.
Muchos fabricantes tienen en sus catálogos colchones especialmente diseñados para la tercera edad, que reúnen todas estas características.
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