¿Qué aprenden tus hijos de sus juguetes?
Mediante los muñecos de sus series o películas de dibujos animados favoritos, nuestros pequeños adquieren muchos valores educativos que les ayudarán a conformar su personalidad. Papis, escoged bien.
Un juguete para cada etapa
A la hora de comprar juguetes no solo nos debemos dejar llevar por el gusto de nuestros hijos, lo que les divierte o su aspecto estético, además, es esencial fijarse en qué les pueden trasmitir. Mientras juegan, además de pasarlo bien, van adquiriendo numerosos aprendizajes que van conformando su personalidad. De hecho, muchos juguetes están vinculados a series o películas de dibujos animados cuyos personajes aportan a nuestros hijos enseñanzas muy valiosas. Así, sobre todo cuando son más pequeños, hemos de evitar personajes desagradables o violentos y promover los que aporten mensajes positivos y les enseñen conceptos tan importantes como la amistad o el amor.
Mientras juegan, los niños van adquiriendo numerosos aprendizajes que van conformando su personalidad.
Evidentemente, los gustos de los niños irán cambiando con la edad y también será diferente la forma de entender los mensajes que desprenden los diferentes personajes. Pero nuestra responsabilidad como padres es elegir los adecuados a cada etapa educativa.
El valor de la amistad
La amistad es uno de los valores básicos en la infancia. Los niños se rodean de muchos amiguitos y, poco a poco, van tomando conciencia de la importancia real de este sentimiento. La industria de la animación lo sabe y, por ello, películas o series de dibujos animados están plagadas de historias de amistad: Buzz Lightyear y Woody (Toy Story) son grandes amigos a pesar de sus diferencias; al igual que lo son Dora la Exploradoray su inseparable amigo el mono Botas, Mickey Mouse y su fiel perro Pluto, Pocoyó y su precavido amigo Pato, Mike y Sulley (Monstruos S.A.), la abeja Maya y su bondadoso compañero Willy o Bello y Goomo de la serie Jelly Jamm, que son mejores amigos, y comparten mil aventuras.
Pero también hay grupos más grandes que gracias a su unión y su colaboración derrotan a enemigos comunes. Es el caso de las cinco componentes de Mi Pequeño Ponny, de las Supernenas o de Campanilla y sus amigas las hadas, por ejemplo. O historias de diferentes amigos, con personalidades muy distintas, que se complementan y divierten juntos: ¿qué sería de Blancanieves sin sus siete enanitos, qué harían los Lunnis los unos sin los otros o Chuggington sin sus amigos los trenes?
Lo importante es que, en cada historia, los niños encuentren matices diferentes de la amistad; a menudo con el denominador común de que es un afecto que hay que cuidar y mimar.
La importancia de la familia
Este es otro de los valores fundamentales para los niños que se pueden aprender mediante los juguetes. Una de las series de dibujos animados que mejor expone las relaciones familiares es Peppa Pig. Muestra situaciones cotidianas que suceden en la mayoría de los hogares y cómo la pequeña cerdita siempre termina entrando en razón gracias a los consejos de sus padres. De la misma forma, Caillou disfruta descubriendo el mundo que le rodea junto a su familia. Así, los pequeños de la casa recrean lo que pasa en estas historias y aprenden cómo resuelven las situaciones sus protagonistas.
Profundizando un poco más, descubrimos personajes que encarnan valores familiares concretos y diferentes modelos de familias. Por ejemplo, Elsa y Anna, de la exitosa película Frozen son el ejemplo perfecto del amor fraternal. Desde que se quedan huérfanas, ambas hermanas demuestran su unión y a pesar de tener desencuentros, se perdonan y se quieren por encima de todo. Lo mismo les ocurre a Phineas y Ferb que son hermanastros y no paran de hacer travesuras. ¡Y qué maravilloso es el amor que siente mamá Jumbo por su hijo Dumbo o el cariño que se profesan el pececito Nemo y su padre! El amor paternal y el instinto de protección que inspiran estos personajes también se refleja en los niños cuando juegan con sus muñecos o peluches.
El amor y el respecto
Es uno de los temas principales en las series y las películas de animación. Y es que, en la etapa de la preadolescencia, les encanta ver cómo los personajes se enamoran, vencen todos los obstáculos para poder estar juntos y al final son felices. Cada historia de amor es diferente. Este sentimiento puede surgir entre una princesa y un ogro o entre una bella muchacha y una bestia, por ejemplo. Los niños aprenden que las relaciones amorosas pueden tener muchas facetas.
Los roles que adquieren los protagonistas en las relaciones amorosas deben representar valores de respeto, tolerancia e independencia, ya que los niños están sentando las bases de los que buscarán de mayores en sus relaciones con los demás.
Además, en los últimos años, las producciones cinematográficas están modernizando su discurso, dejando atrás estereotipos ya obsoletos en los que la mujer aparecía como un ser bello y delicabo que necesitaba la protección del hombre para salvarle de un destino cruel. Personajes como Mérida (Brave), Vaiana o Mulán ofrecen un mensaje de empoderamiento femenino, representando a mujeres fuertes y valientes que son capaces de enfrentarse solas a su destino y donde el amor romántico surge como complemento para enriquecer sus vidas, nunca como una forma de dependencia.
Educar en valores
En definitiva, los juguetes son poderosos instrumentos que los padres debemos elegir de acuerdo a los valores que queramos enseñarles a nuestros pequeños: desde los más generales hasta otros más concretos como el respeto a los demás, la buena educación, el amor hacia los animales, la fidelidad, la empatía, la compasión, el esfuerzo y un largo etcétera. Cada cual tiene sus ideales y por eso nuestros hijos seguirán los estereotipos que nosotros les proporcionemos mediante cuentos, películas y, por supuesto, juguetes.
Si te ha interesado este artículo te recomendamos:
