¿Qué cámara de fotos debo llevarme a mis vacaciones?

La fotografía ha pasado a ser una extensión de nuestras actividades cotidianas. Sea con el móvil o una SLR digital, hacemos fotos a todo y a todos de un modo casi compulsivo. Y más en vacaciones, la época del año en que la fotografía cobra más importancia si cabe. Todos queremos atesorar nuestros recuerdos.

¿En qué tengo que fijarme?

En primer lugar, es importante identificar qué tipo de actividades vamos a realizar en nuestro periodo de descanso. No es lo mismo visitar una ciudad que recorrer el Camino de Santiago.

El tamaño y el peso de una cámara condicionan el uso que hagamos de ella. Un cámara SLR digital con varios objetivos no ofrece agilidad en actividades deportivas.

Un teléfono móvil puede ser un sustituto perfecto de una cámara compacta de gama media gracias a los avances en la calidad del sensor, la óptica y el procesador de imagen.

¿Qué opciones tengo?

Móviles: especialmente los de gama media alta y alta, hay smartphones capaces de rivalizar con las cámaras compactas.
Cámaras compactas: con ópticas no intercambiables de tipo fijo o zoom y un tamaño comedido, son una propuesta comodín.
Cámaras reflex: Una buena opción si aprecias la fotografía de calidad, ya que puedes intercambiar objetivos, tienes total control sobre los parámetros de la cámara y el sensor es más grande y mejor.
Cámaras de acción o deportivas: también hacen fotos, aunque su punto fuerte es el vídeo.

En tecnología es difícil tenerlo todo. Combinar un tamaño reducido y una tecnología avanzada es posible, pero a cambio de pagar un precio elevado y realizar algún sacrificio que otro.

Una cámara para cada actividad

Si pasamos las vacaciones buceando, necesitamos una cámara que aguante la presión a varios metros de profundidad. Estos modelos sumergibles son una buena opción para hacer snorkel y buceo: OLYMPUS TG-5, GOPRO 6, NIKON COOLPIX W100, FUJIFILM XP120, SONY RX100 M4, OLYMPUS E-M5 MARK II, CANON 7D MARK II y NIKON D810.

Para la playa, los soportes de una cámara deportiva de tipo GoPro permiten sujetarla a la tabla de surf. Para entornos acuáticos en general, un ‘smartphone’ con una carcasa sumergible y a prueba de golpes también podría servirnos.

Si queremos simplificar las cosas, una cámara compacta es una propuesta todo terreno, con un zoom, pero versátil y con una tecnología equilibrada.

Un ‘road trip’ exige llevar un buen equipo de fotografía, con lo que una buena cámara con varios objetivos y un trípode ligero sería una opción interesante. Entre las mejores cámaras compactas para viajar destacan los modelos Sony RX100 VI, Canon PowerShot G9 Mark II, o Fujifilm XP130. Si prefieres una reflex, puedes elegir una gama de DSRL de Canon o una Nikon D3400.

Para un festival de música, salvo que tengamos especial interés en hacer fotos de detalle, un móvil o una CSC con una óptica fija que ocupe el menor espacio posible sería óptimo. Una ‘bridge’ con un zoom largo es una solución para expertos, aunque pesa más es tu solución, igual que una CSC con una óptica fija de 24 mm o 35 mm.

Elegir la cámara para las vacaciones es cuestión de resolver una ecuación donde las variables son calidad, robustez, tamaño y peso, rapidez, versatilidad y precio. Depende de lo que hagamos habrá que dar más importancia a unas y eliminar otra.