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25 respuestas a tus dudas sobre lactancia materna

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Si has decidido dar el pecho a tu bebé, puede que te estés haciendo muchas preguntas, como cuándo debes empezar a darle el pecho, durante cuánto tiempo… Hemos recopilado las preguntas más frecuentes para que te sea lo más fácil posible disfrutar de los beneficios de la lactancia materna. Muchas madres se angustian innecesariamente pensando que van a tener problemas para dar de mamar a su bebé, pero hace ya muchos años que los pediatras dicen que lo único que necesitan es información y buenos consejos.


1. ¿Cuándo debo empezar a darle el pecho a mi bebé?


Cuanto antes, y mucho mejor si es inmediatamente después del parto. Transcurridas dos horas después de nacer, lo más normal es que el recién nacido se adormile durante unas horas, horas en las que conviene mantenerlo al lado de la madre, aunque éste no demuestre interés por mamar. Lo importante es que mamá y bebé estén piel con piel y ésta pueda reaccionar rápido en cuanto el bebé muestre deseos de mamar, moviendo la boca o la cabeza, y no esperar a que llore para ponerle al pecho.


2. ¿Influye el tamaño del pecho?


Salvo raras excepciones, cualquier mujer es capaz de alimentar a su bebé solo con su leche, sin que influya para nada el tamaño de los pechos: la diferencia entre unos pechos grandes o pequeños radica en la cantidad de grasa que contienen y no en la cantidad de glándulas productoras de leche.


3. ¿Cuándo está contraindicada la lactancia materna?


Son raras, por no decir casi excepcionales, las causas capaces de contraindicar la lactancia materna. En la actualidad, prácticamente todas las enfermedades de la madre tienen algún tratamiento compatible con la lactancia. En cualquier caso, es el pediatra quien debe establecer esa contraindicación.


4. ¿Cómo puedo estimular la producción de leche?


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El principal estímulo es la propia succión del niño y por eso, cuantas más veces ponga la madre el bebé al pecho y cuanto mejor se vacíe éste en cada toma, más leche producirá. En realidad, la cantidad producida se ajusta a la que toma el bebé y al número de veces que vacía el pecho al día, y además la calidad también varía dependiendo de las necesidades del niño en el transcurso de los días y meses.


5. ¿Y si mi leche no es de buena calidad?


No existe la leche materna de baja calidad, siempre es adecuada para el bebé y se va adaptando a sus necesidades según éste las va cambiando, dándole todo lo que necesita para crecer durante los seis primeros meses exclusivamente, y complementado con otros alimentos hasta los dos años. En los primeros días, la glándula mamaria produce lo que se conoce como calostro: un líquido amarillento rico en proteínas y sustancias antiinfecciosas. A los pocos días aparece la leche madura, cuyo aspecto puede parecerte algo “aguado”, sobre todo al principio de la toma, ya que va aumentando el contenido en grasa hacia el final de la misma.


6. ¿Puedo recurrir al chupete?


Sobre todo al principio, no conviene ofrecer al bebé chupetes o biberones, ya que una tetina no se “chupa” de la misma forma que el pecho (el bebé utiliza distinta musculatura de succión con el chupete y el biberón que al succionar el pecho) , por lo que el recién nacido puede “confundirse” y agarrar luego el pecho de forma menos eficaz.


7. ¿Y qué hay de las pezoneras?


En general, no son recomendables: su uso acorta la duración de la lactancia y la hace muy incómoda.


8. ¿Debo darle líquidos suplementarios?


Un recién nacido sano no necesita más líquidos que los que obtiene de la leche de su madre. De hecho, no es recomendable ofrecerle agua ni suero, a no ser que lo indique el pediatra. Lo mismo vale para cualquier suplemento.


9. ¿Cuánto deben durar las tomas?


Cada bebé y cada madre necesitan un tiempo distinto para completar una toma, y la duración varía de una toma a otra y también a medida que el bebé se desarrolla. La composición de la leche tampoco es igual al principio y al final de la toma, ni en los primeros días de vida o cuando el bebé tiene 6 meses. Al principio de la toma, la leche parece más aguada, pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares: la leche del final de la toma es menos abundante, pero tiene más calorías (el contenido en grasa es mayor). Tanto el número de tomas como el tiempo que el bebé invierte en cada una de ellas varía mucho, por lo que hoy se aconseja ofrecer el pecho “a demanda”. Ni la madre ni las personas que la acompañan deberían limitar la duración de una toma: lo ideal es que la toma dure hasta que el niño suelte del pecho espontáneamente.


10. ¿Debo darle de mamar de los dos pechos?


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Lo importante no es que mame de los dos pechos sino que vacíe total y alternativamente cada uno de ellos, para evitar que la acumulación de leche pueda ocasionar una mastitis y para que el organismo de la madre ajuste la producción de leche a las necesidades del bebé. Por ello, lo mejor es que el niño termine con un pecho antes de ofrecerle el otro. También, algunos niños quedan satisfechos con lo que obtienen de un solo pecho y otros toman de ambos. Como, en este caso, el niño puede no haber vaciado completamente el segundo pecho, en la toma siguiente la madre debe ofrecerle éste en primer lugar.


11. ¿Por qué se producen las grietas y mastitis?


En la mayoría de los casos, obedecen a malas posturas, mal agarre o ambos problemas.


12. ¿Cómo se produce la succión?


Dar el pecho no es como dar el biberón: la leche pasa de la madre al bebé por la combinación de una expulsión activa (reflejo de eyección o “subida de la leche”) y una extracción activa (la succión del bebé). Para una succión efectiva, el bebé necesita crear una tetina, formada aproximadamente por un tercio de pezón y dos tercios de tejido mamario. La lengua del bebé tiene un papel esencial en esa succión: de hecho es el movimiento de la lengua (de adelante atrás), el que ejerce la función de “ordeñar” los senos galactóforos (donde se acumula la leche producida). Para que esto sea posible, el recién nacido tiene que estar agarrado al pecho de forma eficaz.


13. ¿Qué posición es la idónea?


Sea cual sea la postura, lo importante es que la madre y el bebé se sientan cómodos y estén muy juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en contacto con el de la madre (“ombligo con ombligo”).


14. ¿Cómo puedo facilitar el agarre?


El agarre se facilita con el bebé girado hacia la madre, la cabeza y el cuerpo en línea recta, cuidando de que no tenga el cuello torcido o muy extendido, la cara mirando hacia el pecho de la madre y la nariz contra el pezón. Si la madre está sentada, debe mantener la espalda recta y las rodillas ligeramente elevadas: la cabeza del niño debe estar apoyada en su antebrazo, no en el hueco del codo. También conviene dar apoyo a las nalgas del niño y no sólo a su espalda. Una vez que el bebé está bien colocado, la madre puede estimularlo rozando sus labios con el pezón.


15. ¿En qué posición debe estar el bebé?


El niño se prenderá más fácilmente si se le acerca el pecho desde abajo. La intención es que el niño introduzca tanto pecho como sea posible en su boca y que coloque su labio inferior alejado del borde del pezón (debe quedar más areola visible por encima del labio superior del niño que por debajo del labio inferior).

Si la madre tiene pechos grandes, puede sujetarse el pecho por debajo, teniendo cuidado de que sus dedos no impidan el agarre del niño al pecho. También hay que evitar que el brazo del niño se interponga. Si el niño está bien agarrado, su labio inferior quedará muy por debajo del pezón y tendrá gran parte de la areola dentro de su boca, que estará muy abierta. De esta forma el pecho se mantiene mejor dentro de la boca del bebé y se consigue que los movimientos de succión y ordeño sean eficaces. En ese caso, el bebé ‘trabajar’ con la mandíbula y sus mejillas se verán redondeadas, no hundidas. Si el bebé succiona de este modo, la madre no siente dolor, ni siquiera teniendo grietas.


16. ¿Qué no debo hacer?


No es conveniente presionar el pecho con los dedos haciendo pinza (como al sujetar un cigarrillo) ya que con ello se estira el pezón y el niño no puede acercarse lo suficiente como para mantener el pecho dentro de su boca. Si la nariz del bebé está demasiado pegada al pecho, puede que su cabeza esté demasiado flexionada. En ese caso, basta con desplazarlo ligeramente hacia el otro pecho.


17. ¿Qué ocurre si la madre tiene los pezones planos?


Incluso en ese caso, la succión del niño es suficiente para crear una tetina con el pecho, por lo que no es necesario utilizar pezoneras en la mayoría de los casos.


18. ¿Qué medidas de higiene debo llevar?


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La única medida de higiene que necesita el pecho materno es la de la ducha diaria normal. No hace falta lavar los pechos con agua y jabón después de cada toma: basta con secarlos y, en todo caso, lavarlos levemente con agua templada de vez en cuando. Pueden ser útiles los discos absorbentes, pero hay que cambiarlos a menudo.


19. ¿Debo beber más líquido mientras estoy dando de mamar?


No es necesario variar los hábitos de comida o bebida, aunque sí es normal que la madre tenga más sed, no tiene por qué beber a la fuerza. Lo aconsejable es un total de 2,5 a 3 litros de líquidos diarios.


20. ¿Afecta el estrés a la producción de leche?


Un trabajo duro o estresante y estados de nerviosismo y ansiedad pueden interferir con la lactancia materna, por lo que la madre no debe dudar en aceptar cualquier ofrecimiento de ayuda que reciba . La ayuda, el apoyo y la comprensión de la pareja, hermanas, madre, amigas... son esenciales para el buen desarrollo de la lactancia.


21. ¿Puedo extraerme la leche para otro momento?


Puede ser útil aprender a extraerse la leche, bien para guardarla y que otra persona alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo, o bien para aliviar las molestias derivadas de un acumulo de leche en días en los que el apetito del bebé es menor (lo que evita desarrollar una mastitis). La extracción de la leche puede hacerse de forma manual o con ayuda de un sacaleches.


22. ¿Es posible congelar la leche materna?


La leche materna puede conservarse en frigorífico unos 5 días y entre 3 y 6 meses congelada (dependiendo de la temperatura).


23. ¿Puedo dar pecho siendo fumadora?


La lactancia es una excelente razón para dejar de fumar. Si eso resulta imposible, es preferible fumar justo después de la toma. Es muy importante no fumar delante del bebé: los niños que crecen en ambientes con humo tienen mayor incidencia de infecciones respiratorias agudas y de asma. Lo mismo puede aplicarse al alcohol, aunque si la madre bebe de forma moderada, probablemente no le costará mucho esfuerzo dejar el alcohol por completo.


24. ¿Es posible alimentar a dos gemelos exclusivamente con leche de la madre?


Es totalmente posible. Al ser doble el estímulo de la succión, habrá doble producción de leche. Durante los primeros días, puede resultar más cómodo ofrecer el pecho a uno y otro hermano alternativamente. Después, la madre puede encontrar más práctico dar de mamar a los dos niños a la vez. Para ello, debe probar posiciones diferentes que le permitan hacerlo cómodamente y con ayuda de almohadas. En caso de trillizos o cuatrillizos, hay mayor dificultad para la lactancia materna exclusiva.


25. ¿Influye la cesárea en la subida de la leche?


La “subida de la leche” suele demorarse un poco más en los partos por cesárea, por lo que es aún más importante ofrecer el pecho al bebé lo más precozmente posible y permitirle agarrarse al pecho en cuanto muestre signos de querer mamar; si amamantas en la cama de costado podrás reducir las molestias derivadas de la cirugía. No es necesario ofrecer al niño suplementos durante los primeros días, ya que ello puede perjudicar el desarrollo normal de la lactancia materna.


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