5 ejercicios para prevenir lesiones de rodilla para esquiadores
Si eres aficionado al esquí sabrás que una de las lesiones más comunes son las de rodilla. Así que, antes de lanzarte por las rampas, conviene tonificarlas para no sufrir ningún susto que te amargue la diversión. Te presentamos cinco ejercicios que puedes hacer antes de esquiar para prevenir lesiones de rodilla.
Sentadillas
Se trata de un ejercicio que vale para todo. En el caso del esquí, las sentadillas son fundamentales para trabajar todo nuestro tren inferior, flexionando nuestras rodillas para que éstas se fortalezcan y respondan correctamente a los giros que realizaremos mientras estamos esquiando.
Fortalecer las rodillas forma parte de los ejercicios que debemos hacer para aumentar resistencia física antes de esquiar. Seguir una rutina previa nos ayudará a sentirnos más ágiles con los esquís. También nos servirá en caso de caída, ya que nuestro cuerpo estará mejor preparado para absorber cada impacto y para levantarse del suelo.
Estiramientos de rodilla
Si vamos a realizar ejercicios para aumentar la carga sobre nuestras rodillas, cuando estos concluyan es capital que estiremos dicha articulación. Tanto de pie como sentado, hay varias formas de estirar la rodilla y los músculos que le rodean (cuadríceps, gemelos, isquiotibiales). De este modo logramos que tanto los huesos como los músculos sean más fuertes, y por tanto menos propensos a lesionarse.
Patinar
Para dominar el esquí es necesario tener un gran control y equilibrio sobre nuestro cuerpo. Nuestros brazos y piernas tienen que moverse al unísono, ya que en caso contrario podemos desestabilizarnos y que el riesgo de caída sea mayor. El patinaje imita a la perfección la postura que adoptamos cuando esquiamos, nos ayuda a colocar nuestro cuerpo y a que nuestras rodillas vayan familiarizándose con la flexibilidad que requiere este deporte.
Abdominales
Es cierto que estamos hablando de ejercicios cuyo objetivo final es fortalecer nuestras rodillas, pero los abdominales son más importantes de lo que parecen. Cuando caemos mientras esquiamos, el cuerpo tiene que invertir una gran cantidad de esfuerzo para levantarse como consecuencia del peso de los esquís y, sobre todo, de las botas.
En estas situaciones hay que confiar en nuestra zona abdominal, ya que si cargamos el peso en la zona inferior, las lesiones de rodilla pueden producirse con mayor facilidad. En cambio, si recurrimos a nuestros abdominales, levantarnos será más sencillo y nuestro cuerpo lo agradecerá. Este ejercicio es todavía más importante para los esquiadores primerizos, que hasta que cojan tono y confianza con los esquís, pasarán casi más tiempo en el suelo que erguidos.
Trabajo aeróbico del tren inferior
Cuando vayamos a esquiar, la zona de la rodilla va a ser de las más castigadas. Todo el tren inferior va a ser expuesto a una carga de trabajo físico importante y conviene que esté preparado. Una buena forma de hacerlo es con ejercicios de carácter aeróbico, como por ejemplo correr en cinta, hacer bicicleta, saltar con la comba o algún tipo de ejercicio relacionado con el ‘crossfit’, que imprimen ritmo a nuestro cuerpo y lo van habituando al ritmo físico.
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