Beneficios de una lavadora-secadora
¿Un solo aparato que sea a la vez lavadora y secadora tiene las mismas funciones y características que los dos aparatos por separado? ¿Qué ventajas aporta?
Presupuesto
En muchas ocasiones, el dinero que queremos o podemos gastar en un electrodoméstico determina en gran medida el modelo y las prestaciones del elegido. Si solo pensamos en el aspecto monetario, hay que reconocer que una lavadora-secadora es más cara que un aparatos con una sola función, pero siempre será más barata que comprar ambos.
Consumo energético
Algo similar ocurre con el consumo de energía: lo normal es que una lavadora-secadora necesite más vatios para funcionar que una lavadora normal o una secadora normal. Sin embargo, si sumamos los consumos energéticos de estos dos aparatos por separado, el resultado será muy superior al de un electrodoméstico combinado.
Además, actualmente existen lavadoras-secadoras con calificaciones superiores a A+, lo que implica un consumo muy moderado y, a la postre, un ahorro significativo.
Espacio
También supone un ahorro respecto al espacio que ocupa. Su tamaño es igual al de una lavadora o secadora, la mitad de lo que ocuparían las dos juntas.
Versatilidad y eficacia
Las lavadoras-secadoras que se comercializan hoy en día permiten separar completamente el proceso de lavado del de secado. Además, es posible configurar cada uno de los programas hasta obtener un resultado idóneo. De esta manera, podemos lavar toda la ropa del cesto y, una vez terminado el programa elegido, extraer de la máquina aquellas prendas que no queramos someter al proceso de secado, por ser especialmente sensibles o delicadas. También podemos programar el secado justo a continuación del lavado, para poder despreocuparnos durante varias horas y no tener que correr a tender la ropa en cuanto termine el lavado.
Cuando llega el verano y tendemos la ropa por la mañana, casi con toda seguridad, la encontraremos seca antes del atardecer. Sin embargo, esto no ocurre en las zonas muy lluviosas o cuando la temperatura exterior es baja. Y ahí es donde aparece otra de las grandes ventajas de una lavadora-secadora: en el mismo aparato donde lavamos una manta gruesa podemos secarla en poco tiempo.
También resulta muy práctica cuando hablamos de una casa con niños: podemos lavar toda su ropa sucia y secarla sin cambiar de máquina y sin necesidad de tenderla. En pocas horas, el proceso habrá terminado y los niños podrán volver a ensuciar todo lo que quieran.
Aspectos prácticos
Si tenemos una lavadora-secadora en casa, tendremos que limpiar solo un electrodoméstico en vez de dos; tendremos que cambiar un filtro en vez de dos, y tendremos que preocuparnos de la garantía y de las instrucciones de un aparato en vez de dos. Y hablando de garantía, si tenemos en cuenta la obsolescencia programada de los electrodomésticos, lo normal es que la lavadora se nos estropee al mismo tiempo que la secadora, si las compramos las dos a la vez. Si tenemos una máquina que realice las dos funciones, siempre será más barato reparar o reponer una en vez de dos.
