Biberones, ¿cómo usarlos adecuadamente?
¿Sabes qué biberón usar según la edad del bebé o si es mejor de cristal o de plástico? ¿Tienes dudas sobre cómo limpiarlo? Esta guía te enseña cómo usarlo.
Un biberón para cada edad
Cada edad requiere un biberón específico. Los recién nacidos necesitan biberones anti reflujo que evitan que trague aire y reducen los cólicos típicos del lactante. Además, en los primeros meses se deben utilizar biberones pequeños para pasar a los de mayor tamaño en una segunda etapa. En cuanto a materiales pueden ser de cristal, recomendados para los primeros meses, o de plástico con forma anatómica que son más indicados para cuando los bebés puedan agarrarlos solos.
Con el uso, los biberones se estropean y es necesario sustituirlos. Con el lavado continuo, los biberones se empañan pero solo debes cambiarlo si está rayado o agrietado. Como norma general, al año deben ser sustituidos.
La posición del biberón durante la toma es inclinado, hasta que la tetina esté llena del liquido para evitar que entre aire que produzca cólicos en el bebé.
La limpieza del biberón
La limpieza del biberón es clave si queremos evitar infecciones en el bebé. Existen diversos modos de limpieza: esterilizadores con agua caliente o vapor y la limpieza con agua y jabón. Antes de la primera toma siempre hay que esterilizar los biberones. Es recomendable utilizar los limpiabiberones: cepillos o escobillas cuyo diseño permite acceder con facilidad al fondo de los biberones y eliminar todos los residuos.
En la limpieza del biberón no podemos olvidar las tetinas porque es ahí donde más gérmenes pueden crearse. Hay que emplear también agua y detergente y aclarar muy bien. Para el secado, lo mejor es dejar todas las piezas boca abajo para que escurran y no volver a montar el biberón hasta que esté completamente seco.
Existen aparatos para esterilizar los biberones que permiten la limpieza de varios a la vez, así podemos hacerlo una vez al día con todos los biberones y tetinas juntos.
¿Qué pasa con las tetinas?
Las tetinas también se adaptan a cada etapa del bebé. Los recién nacidos utilizan tetinas de un solo agujero pero a partir del tercer o cuarto mes hay que empezar a usar tetinas con varios agujeros que permiten una salida lenta, media o rápida del líquido, según tenga dos, tres o cuatro agujeros. La tetina con ranura se debe incorporar cuando el bebé empieza a tomar papillas o cereales. También existen tetinas para facilitar el paso del pecho al biberón en los bebés lactantes, que se asemejan más al pezón del pecho materno.
Debes comprobar cómo toma el bebé el contenido del biberón, si se atraganta con facilidad puede ser que la tetina esté demasiado abierta y deje pasar mucho líquido. Pero si le cuesta gran esfuerzo succionar es posible que esté obstruida o que sea muy pequeña para el alimento que toma.
Las tetinas pueden ser de látex o silicona. Su elección dependerá de cómo se adapte el bebé a cada una. Debes saber que las de caucho son más blandas pero hay que renovarlas más a menudo y las de silicona son más duras.
Bruno Nievas Soriano
Médico-Pediatra y escritor. Autor de Lo que el hielo atrapa y No todo es pediatría
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