Calefactores: ¿Cómo calentar estancias pequeñas?
La ducha matinal puede ser un suplicio en invierno en un cuarto de baño helado si no se dispone de una fuente rápida de calor como un calefactor. Te ayudamos alegir el que más te conviene.
Calefactores y convectores
La principal diferencia entre ellos es que los calefactores emiten aire caliente hacia delante a través de un ventilador, mientras que los convectores absorben el aire frío por su parte baja, lo calientan, y lo emiten por la rejilla de su parte superior. Ambos tipos de pequeños electrodomésticos tienen la ventaja de que no necesitan ningún tipo de instalación, expulsan aire caliente de forma rápida y eficaz y, al ser eléctricos, no contaminan ni requieren un mantenimiento específico. Además, su precio es económico, por lo que te permitirá ahorrar en la factura.
Debemos tener presente que tanto los calefactores como los convectores están recomendados como sistemas complementarios a la calefacción del hogar, y no como elementos únicos.
Al ser pequeños y expulsar aire caliente en una misma dirección, los calefactores solo son verdaderamente útiles si lo que queremos es caldear una habitación pequeña, una cocina o un cuarto de baño, por ejemplo, y el calor no durará demasiado una vez los apaguemos.
Qué calefactor necesito
Los calefactores funcionan calentando el aire mediante una resistencia eléctrica y lo dirigen hacia adelante, con la ayuda de un ventilador en muchos casos. Desde hace unos años se fabrican además los llamados calefactores cerámicos, que calientan una placa de cerámica en lugar de una resistencia eléctrica. Resultan más duraderos, consumen menos energía y resecan menos el ambiente.
Dependiendo del tamaño de la estancia que queramos calentar, elegiremos un calefactor con una potencia u otra. El cálculo que recomienda la mayoría de fabricantes es de 80W por cada metro cuadrado, siempre que el techo tenga una altura inferior a tres metros.
Si el aislamiento de la estancia no es muy bueno, es preferible aumentar la potencia hasta los 100W por metro cuadrado.
Si queremos calentar un dormitorio de alrededor de diez metros cuadrados, lo ideal es comprar un calefactor eléctrico compacto o uno cerámico de tamaño medio. Si la estancia a caldear es una cocina o un cuarto de baño, es mejor comprar uno específico para zonas húmedas y, a ser posible, con certificación de protección contra el agua. Por último, si lo que queremos calentar es un sótano o un garaje, optaremos por un calefactor industrial.
Uso responsable
El funcionamiento de los convectores no es muy diferente al de los calefactores: el aire entra por su parte inferior a temperatura ambiente, se calienta gracias a la resistencia eléctrica que hay en su interior y es expulsado, ya caliente, por la rejilla superior. Para calcular los vatios de potencia del convector quenecesitamos basta con multiplicar por 100 los metros cuadrados de la estancia donde lo vayamos a poner. Es decir, si la habitación mide 20 metros, la potencia necesaria será de 2.000 W.
Si queremos usar el convector en baños o cocinas, es muy importante recordar que su rejilla superior deja desprotegida la resistencia eléctrica del interior, por lo que debemos extremar las precauciones cuando haya agua de por medio. Dejaremos como mínimo un metro de separación entre la fuente de agua y el aparato, y jamás lo manipularemos desde dentro de la bañera o la ducha.
El consumo energético de calefactores y convectores suele ser más elevado que otras opciones de calefacción: consumen aproximadamente un vatio de energía eléctrica por cada uno de potencia que producen. Por ello, es esencial hacer un uso responsable de ellos y combinarlos con otros sistemas de calefacción. Medidas de ahorro energético como un correcto aislamiento de puertas y ventanas, el aprovechamiento de la luz solar o el empleo de ropa de abrigo en el interior de la vivienda también nos ayudarán a pagar menos.
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