Cámaras digitales: Cómo hacer fotos de la luna

Manuel Arenas

Periodista especializado en tecnología

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Sea llena, creciente o menguante, cuando vemos una imagen que recoge al detalle los cráteres o los mares de la luna no podemos dejar de envidiar la capacidad del fotógrafo.

El secreto está en la medición

Hacer fotos de la luna no es tan complicado como pueda parecer. Podemos utilizar trípodes, filtros, disparadores remotos o temporizadores, pero no son necesarios. Si usamos cualquier método de medición de luz que no sea el puntual, al estar la luna rodeada de la más absoluta oscuridad, la ISO se disparará, el tiempo de exposición se reducirá hasta niveles en los que sea recomendable el trípode, y la apertura recomendada será muy alta (F baja).

La medición puntual, sin embargo, sí que es capaz de medir la luz correctamente. Lo único que es necesario es mantener el punto central justo sobre la parte más luminosa de la luna, o bien usar el botón de bloqueo de exposición de la cámara (indicado generalmente con un “*”) para mantener la exposición en el valor medido. La sensibilidad ISO debería estar en un valor lo más bajo posible, como ISO100 o ISO200, para que no haya ruido en la captura final.

A tener en cuenta: con estos valores de exposición, se apreciarán los cráteres o los mares de la luna pero todo lo demás saldrá negro o subexpuesto.

La luz de una luna llena es tan intensa como la luz del sol que la ilumina y las exposiciones que hay que usar serán similares a las usadas durante el día.

¿Qué objetivo necesito?

Para capturar la luna con un nivel de detalle óptimo, necesitaremos un teleobjetivo. Un 600 mm sería perfecto. Aunque con un 250 mm podremos hacer buenas capturas a un precio asequible. Eso sí, si compramos un 'tele' sin estabilizador, añade al presupuesto un trípode, salvo que tengas un pulso fuera de lo normal.

A tener en cuenta: en una cámara de ópticas intercambiables en la que el sensor no sea de tamaño completo, la distancia focal efectiva será la que indique el objetivo multiplicada por un factor de escala que será de 1,6x en las cámaras con sensor APS-C (Canon y Nikon que no sean Full Frame), o de 2x en las cámaras con sensor Micro Cuatro Tercios. Así, un tele de 300 mm para una cámara Canon tendrá una focal efectiva (equivalente 35 mm) de 480 mm.

Si no tienen estabilizador, los zooms son difíciles de manejar en las distancias focales más altas incluso con mucha luz, al ser complicado hacer encuadres precisos. El más mínimo movimiento de la mano se traduce en un desplazamiento enorme del encuadre en el objetivo.

Los móviles no están a la altura

Fotografiar la luna es una tarea que aun está lejos de poder abordarse con un teléfono móvil. No tienen zoom, y no es frecuente encontrar controles manuales. A lo máximo que podemos aspirar es a capturar la luna como un punto brillante en el cielo. Aún así, si no tienes otra alternativa, trata de usar una ISO lo más baja como sea posible, y mantener el móvil lo más quieto como sea posible, preferiblemente apoyado en alguna superficie. Después, si el color no es de calidad, pasa la foto a blanco y negro para eliminar el color ‘defectuoso’ debido a tener una luz pobre.

A tener en cuenta: un binomio óptimo es el formado por un móvil y una cámara SLR digital económica, o una cámara de sistema de ópticas intercambiables que tengan WiFi. De este modo, podrás compartir las fotos de la cámara SLR usando el ‘smartphone’.