Cómo elegir cepillo eléctrico

Una buena higiene dental y bucal no solo nos proporciona una bonita y saludable sonrisa, sino que repercute positivamente en nuestro estado de salud general. Por ello, debemos prestar especial atención al cepillado de los dientes. Si hace unos años, la única alternativa era el cepillo manual, que dependía exclusivamente de la destreza del usuario, ahora el mercado ofrece una amplia gama de cepillos de dientes que hacen la mayor parte del trabajo por nosotros.

Los cepillos dentales eléctricos son especialmente útiles para los niños, sobre todo en la fase de aprendizaje del cepillado. También para aquellas personas que tienen problemas de movilidad en las extremidades superiores, así como para los portadores de prótesis y otros tratamientos dentales más complejos de limpiar. Sin embargo, recientes estudios han puesto de manifiesto que la higiene oral llevada a cabo con un aparato eléctrico es, para todos los usuarios, más exhaustiva y completa que la realizada con un cepillo manual.

Los movimientos oscilatorios y rotatorios del cabezal del cepillo de dientes permiten realizar mayor número de pasadas por la superficie del diente y su unión con la encía, al tiempo que consiguen llegar mejor a rincones de la boca difíciles de alcanzar con un cepillo tradicional. Esto contribuye a una mejor eliminación de la placa y del sarro, y a la prevención de problemas bucodentales. Recuerda, eso sí, que aunque el cepillado con un aparato electrónico es más sencillo y cómodo, debes dedicarle el mismo tiempo que al manual.

A continuación, te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte a elegir el más apropiado conforme a tus necesidades.

Según el sistema de alimentación:

Cepillo a pilas: Tienes la opción de comprarte un cepillo dental eléctrico que funcione mediante pilas. En este caso, cuentas con la ventaja de su fácil portabilidad, sin embargo, además de ser más simples y contar por regla general con menor número de prestaciones, a la larga te saldrá más caro.
Cepillo con batería recargable: Lo ideal es que optes por un cepillo de dientes que tenga batería recargable en lugar de pilas. El gasto será mucho menor y tendrás la comodidad de ponerlo a cargar sobre la base en cuanto notes que el cepillado pierde intensidad.

Según el cabezal:

Por tipo de movimiento: Gracias a su carga magnética transformada en señal eléctrica, el cepillo realiza movimientos automáticos rápidos en las cerdas de su cabezal ya sea por oscilación hacia atrás y adelante, o por rotación oscilatoria; esto es, en dirección y en contra de las agujas del reloj. Lo más recomendable es un cepillo que combine ambos tipos de movimientos. Además podrás cambiar los cabezales cuando haga falta. Con ellos te asegurarás llegar a todos los rincones de tu boca para eliminar la placa de forma más eficaz.
Por velocidad de rotación: A su vez, los cepillos eléctricos se pueden clasificar de acuerdo con la velocidad de sus movimientos como ordinarios, sónicos o ultrasónicos, dependiendo de si la frecuencia de sus movimientos está en o por encima del rango audible (20-20.000 Hz o 2400-2.400.000 movimientos por minuto), respectivamente. A mayor frecuencia, más efectividad pero también mayor precio.
Por tipo de cabezal:

Cabezal redondo: El cabezal redondo, inspirado en el utilizado por los dentistas, rodea cada diente y permite una precisa limpieza interdental. Requiere que vayas cepillando pieza por pieza. Son los más utilizados.
Cabezal alargado: Similar al de los cepillos manuales, tiene una mayor superficie de acción y normalmente cuenta con cerdas de diferentes alturas para llegar a distintas zonas de la boca.
Especial para ortodoncia: Varias marcas comerciales ofrecen cabezales específicos para ortodoncia, con filamentos especialmente diseñados para limpiar en profundidad alrededor de los ‘brackets’.

Dureza de los filamentos: blanda, dura o media

Blanda: Su diámetro es de 0,17 milímetros. Son ideales para cepillados delicados y suaves y muy poco agresivas con las encías y el esmalte dental. Si te decantas por este tipo de cabezal debes tener en cuenta que, precisamente por eso, su vida útil será menor y deberás cambiarlo con más frecuencia.
Dura: Su diámetro e de 0,35 milímetros y realiza una limpieza muy exhaustiva, pero puede resultar erosivo para el esmalte y agresivo para las encías.
Media: Su diámetro es de 0,30 milímetros y reúne las mejores características de las dos anteriores. Son firmes pero flexibles y poco agresivos con los dientes. Son los más recomendables.

Extras

Si hasta ahora hemos repasado las características básicas e imprescindibles de todo cepillo dental eléctrico, enumeramos algunas prestaciones adicionales que incorporan los modelos más actuales y que pueden responder a tus necesidades.

Temporizador: muchos cepillos incorporan un temporizador que vibra alertando de que ha transcurrido determinado tiempo desde el inicio del cepillado. La recomendación habitual de los dentistas es la de cepillarse durante dos minutos, dedicando 30 segundos a cada cuadrante de la boca.
Sensor de presión: la mayoría de los cepillos sónicos cuentan con uno, lo que evita un cepillado demasiado vigoroso y agresivo. Algunos sensores producen un sonido de aviso y otros detienen los movimientos del cabezal en el momento que detectan demasiada presión.
Pantalla: algunos dispositivos están dotados de pantallas LCD que reflejan el tiempo de limpieza e incentivadores en forma de iconos que ‘califican’ la calidad del cepillado
Modos de limpieza: son diferentes ‘posiciones’ del cepillo que se corresponden con tipos ‘especiales’ de higiene bucal. Los más habituales suelen ser: sensible, limpieza diaria, blanqueamiento y limpieza de la lengua. También puedes añadir blanqueadores.

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