Cómo elegir disco duro

Cada vez acumulamos más información digital. Hoy en día todos vivimos con un smartphone en la mano y generamos una cantidad ingente de documentos: sobre todo fotos y vídeos. Nuestra vida y nuestros recuerdos están escritos en código HTML y perderlos sería un drama. Por eso es muy recomendable recurrir a un disco duro para guardar todo aquello que nos importa o incluso tener una o varias copias de seguridad.

Sin embargo, existen muchos tipos de discos duros, cada uno con sus particularidades y características. Con esta guía te ayudamos a conocerlos y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades para que todos tus archivos estén a salvo y los puedas llevar contigo a donde los necesites.

Tipos de discos duros

Básicamente hay dos tipos, HDD y SSD. A su vez, pueden ser discos duros internos o integrados (se incorporan al hardware del ordenador para mejorar su capacidad y rendimiento) o discos duros externos. Estos últimos son los más usados, ya que son portátiles y muy útiles para llevar nuestros archivos a diferentes ordenadores.

Los discos HHD (Hard Drive Disk) tienen una placa magnética sobre la que se graba la información. Son unidades con gran capacidad y costes bajos, pero la pega es que son susceptibles a los daños mecánicos.

Los discos SSD (Solid State Drive) tienen una memoria de estado sólido, generalmente una memoria flash. Sus conexiones y su tamaño son similares a los de los HDD, pero son más silenciosos, consumen menos energía, poseen una mayor velocidad de transmisión de datos y además son mucho más resistentes a los golpes. Por sus características estos discos duros se usan sobre todo para almacenar los sistemas operativos.

Capacidad

Obviamente, la cantidad de información que se puede guardar en un disco duro es una característica fundamental. Las fotos de los teléfonos y los vídeos cada vez tienen mayor calidad y ocupan más, de forma que cada año necesitamos más capacidad de almacenamiento. En los modelos actuales ya se superan los Terabytes, es decir, los más de 1.024 GB.

RPM

Las RPM (revoluciones por minuto) indican la velocidad de acceso de os ordenadores a la información en el disco duro. Cuando más RPM tenga, más rápido será el acceso a la información. Las velocidades habituales son de 5.400 a 10.000 RPM.

Conexiones

Los discos duros internos o integrados utilizan diferentes interfaces para poder interactuar con la placa base de los ordenadores. Los sistemas más utilizados, aunque no los únicos, son: SATA, IDE, SAS o SCSI.

Por otra parte, la mayoría de los discos duros externos se conectan al ordenador, o bien a otros dispositivos (como la televisión), a través de un cable USB. A día de hoy todavía es lo más común, pero para quienes están hartos de las decenas de cables que tenemos desperdigados por casa, hay otras opciones. Los últimos modelos de disco duro externo incorporan ya conexión inalámbrica (por Wifi o Bluethoot) y permiten olvidarse de los cables.

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