Cómo elegir la cámara de tu smartphone

Combinar la tendencia hacia móviles delgados y con poco peso con sensores de imagen de buenas prestaciones es un reto para los desarro0lladores de smartphones. La única solución es la utilización de tecnologías más pequeñas y nuevos materiales. Con todo, hay mucha diferencia entre las distintas cámaras de fotos que llevan integradas los móviles y es importante saber distinguir entre qué elementos debemos fijarnos.

Más allá de los megas del sensor, hoy en día nos fijamos en elementos como el procesamiento, la calidad de las lentes, que tenga sensores duales, el tamaño de los píxeles, la apertura máxima o cantidad de luz que puede entrar en el sensor, la calidad del zoom digital y otro tipo de tecnologías.

Conceptos básicos

Sensor: es un dispositivo electrónico que capta la luz a través de tecnologías CMOS o CCD. Está compuesto por diferentes celdas cuya cantidad viene marcada por los megapíxeles. Un sensor de 19 megapíxeles tiene de 19 millones de celdas. Cada una de estas celdas produce una corriente eléctrica que varía en función de la intensidad de la luz que recoge.
Procesador: analiza la corriente eléctrica mediante un algoritmo de interpolación cromática que establece el color de cada celda o pixel.
Obturador: se encarga de medir el tiempo que la luz incide sobre las celdas. Un obturador abierto durante mucho tiempo puede ‘quemar’ la imagen. Generalmente la velocidad de obturación está preestablecida en los diferentes modos de exposición que incluyen los ‘smartphones’.
Lente: su calidad depende del cristal de la cámara e influye en la cantidad y calidad de luz que puede absorber.
Estabilizador óptico: desplaza al sensor en la misma dirección pero en sentido contrario al movimiento al que estamos sometiendo al teléfono para evitar que la imagen salga movida o borrosa. El giroscopio y el acelerómetro de nuestro móvil son los encargados de detectar ese movimiento.
Distancia focal: mide la distancia entre el sensor y la lente. A menos distancia, mayor ángulo de visión; es decir, más cantidad de escena. Una distancia focal más grande nos acercará los objetos lejanos, como si se tratase de un zoom.
Fps (Frames per Second o fotogramas por segundo): es la medida de frecuencia de un grabador o reproductor de imágenes de vídeo. El número de fotogramas que el ojo humano necesita para ver un vídeo con fluidez es de 24 por segundo.