Cómo elegir la pintura adecuada para cada espacio

¿Necesitas dar un nuevo aspecto a una pared desgastada, una barandilla oxidada o a un mueble de madera exterior? Existe una amplia gama de pinturas con las que podrás decorar tus paredes, impermeabilizar y aislar tu casa o renovar la decoración.

¿Qué pintura elijo?

Entre las múltiples soluciones que existen os mostramos las más habituales, para que sea más fácil la elección.

Temple: destaca de las demás porque seca muy rápido, es de fácil aplicación, su acabado es fino y mate, y es la más económica. Se puede adquirir en polvo o en forma de pasta y es necesario diluirla con agua. Está indicada para interiores, sobre todo en paredes y techos enlucidos en yeso, pero no se puede lavar, ni se recomienda su uso en superficies con humedad, porque no es inmune al moho. Puede utilizarse para paredes lisas o de gotelé.
Pintura plástica: la pintura plástica se caracteriza porque es lavable, seca muy rápido, se aplica fácilmente y cuenta con una amplia gama de acabados y tonalidades. Es muy recomendable para cubrir superficies de grandes dimensiones, tanto de interior como de exterior. Antes de secarse, puede eliminarse fácilmente con agua, tanto de las superficies que se hayan manchado como los utensilios utilizados para su aplicación. Entre ellas hay de diversos tipos:
Pintura sintética: es la más común del grupo de las plásticas. Además de lavable es de fácil aplicación.
Pintura acrílica: se caracteriza por su rapidez de secado y porque no emite vapores que causen intoxicación por inhalación.
Pintura vinílica: es apta para exteriores por su resistencia a la lluvia, el sol o el viento. Al presentar mayor capacidad para combinar pigmentos, la oferta de colores y tonos es más amplia.

¿Quiero un acabado mate, satinado o brillante?

Pintura mate: Carece de brillo y es opaco, pero muy cubriente. Es lavable. La pintura mate se recomienda para interiores y superficies irregulares.
Pintura satinada: tiene un acabado más fino y lustroso que la mate. Es resistente a la suciedad y su composición, con un alto porcentaje de pigmentos, la hacen muy lavable. Puede aplicarse en paredes con gotéle o lisas.
Pintura brillante: con un acabado reflectante, está indicada para superficies o áreas que se laven y limpien constantemente.

Por su composición, las pinturas pueden ser:

Impermeables: muy útiles para cubrir grietas y fisuras, e impedir que entre el agua.
Transpirables: recomendadas para superficies húmedas, como la escayola o el pladur.
Ecológicas: están compuestas por materias primas naturales, su impacto medioambiental es inferior al de productos sintéticos y no desprenden gases tóxicos.

Esmaltes y barnices

Esmaltes sintéticos: sirven para renovar puertas, ventanas, muebles, vigas de hierro, rejas, etc. Existe una amplia gama de tonalidades y acabados. Se aplican fácilmente, pero hay que respetar el tiempo de secado que se indica en las etiquetas. Para diluirlos o limpiar los utensilios es necesario utilizar aguarrás.
Barnices: realzan, protegen, camuflan rasguños, grietas o contrarrestan el efecto de la humedad y el vapor de agua. Son muy útiles para aplicar en objetos y superficies que están más expuestos al desgaste. Existen diferentes tipos de barnices, acabados y tonalidades según la superficie o el material sobre el que se quieran aplicar. Según su composición, los barnices pueden ser al aceite, al agua o en spray. Elegir el más adecuado garantiza un acabado perfecto.

Productos para la madera

La madera es un material vivo y para prolongar su vida útil y buen estado necesitamos algunos productos para nutrirla, hidratarla y protegerla. Observa en la etiqueta la durabilidad del barniz, aceite o protector, que viene especificada en años.

Protectores decorativos: están recomendados para maderas sin barnizar. Hidratan, nutren y protegen de los rayos solares y de la humedad.
Laca: también ayuda a conservar la madera, por su durabilidad y resistencia. Puedes elegir entre dos tipos:
Esmalte-laca acrílico: con base de agua.
Esmalte de poliuretano : al llevar una base sintética precisa de disolvente o aguarrás para su disolución y limpieza. Es menos cómodo de aplicar, huele más y precisa de mayor tiempo para su secado.

Pinturas para superficies metálicas

Para poder proteger superficies metálicas existen esmaltes antioxidantes, barnices y pinturas, útiles tanto para interiores como exteriores, incluso en climas extremos. Muchos productos permiten la aplicación directa sobre las radiadores, barandillas, verjas o rejas oxidadas sin necesidad de decapar, lijar o utilizar productos de base.

El rendimiento del producto, su flexibilidad para evitar que se cuartee, o el tiempo de secado son algunos de los detalles a tener en cuenta a la hora de seleccionar uno u otro. Además de la tonalidad, se puede elegir el acabado, que puede ser tipo forja, martelé (metálico), brillante o satinado.

¿Qué útiles puedo necesitar?

Brochas: pueden ser de cerdas naturales o sintéticas. La primeras están más indicadas para barnizar madera o aplicar pinturas con tintes, ya que no dejan marcas y el trazado es más suave. Las de cerdas sintéticas suelen utilizarse con esmaltes, ya que son mucho más resistentes a los disolventes. Por su forma se dividen en:

Brochas de punta redonda: sirven para pintar los rincones poco accesibles o hacer pequeños retoques
Brochas planas: las más indicadas para barnizar o lacar.

Rodillos: existe una gran variedad de rodillos según se vayan utilizar para pintar superficies de interior o de exterior, lisas o rugosas. Los hay de fibra natural y sintéticos, de pelo largo o corto, de gomaespuma, etc. Es necesario tener en cuenta la superficie a tratar para poder realizar la mejor elección.
Pinceles: los hay planos y redondos o en curva, perfectos para esquinas o superficies irregulares.

Pistolas, rapidez y precisión

Para pintar grandes superficies, lo mejor es utilizar pistolas:

A compresión o con turbina: incluye un motor externo que inyecta el aire por la manguera. Se usa para trabajos que requieran un acabado de gran calidad en grandes superficies.
Eléctrica o sin aire: lleva un depósito incorporado. Se utiliza para pintar suelos, fachadas, techos y paredes, tanto en exterior como en interior.

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