Cómo elegir termómetro
Si necesitas medir tu temperatura o la de los miembros de tu familia, debes pensar primero si prefieres un termómetro digital o un termómetro infrarrojo de frente u oído. Aspectos como la comodidad, la precisión o la rapidez de lectura serán fundamentales para tomar tu decisión.
En qué fijarnos
No es lo mismo hacer un seguimiento de tu temperatura corporal para prevenir la propagación del Covid-19 que medir la temperatura a un bebé que está llorando y tiene fiebre. En el primer caso primará la medición sin contacto para maximizar la higiene y seguridad, y en el segundo lo más importante será la comodidad del bebé, pudiendo tomarle la temperatura incluso dormido.
- Precisión: la precisión depende principalmente de la zona en que se realice la medición de la temperatura. La vía rectal se considera la más fiable, por lo que un termómetro digital usado por esa vía será la opción más precisa. No obstante, los termómetros de infrarrojos ofrecen unos niveles de fiabilidad cada vez mayores.
- Rapidez de uso: Los termómetros digitales suelen ofrecer tiempos de lectura de aproximadamente 1 minuto mientras que la lectura de los termómetros de infrarrojos es casi instantánea.
- Comodidad: Algunos termómetros digitales cuentan con puntas flexibles que facilitan la ergonomía a la hora de medir la temperatura a un bebé, por ejemplo. Muchos termómetros de infrarrojos cuentan con dos cabezales, que les permiten ser utilizados en la frente o en el oído. Y sin duda, la mayor comodidad la aportan los termómetros de frente, que se pueden utilizar incluso para medir la fiebre a un bebé dormido.
- Higiene y seguridad: En caso de que nos interese prevenir el contagio de enfermedades como el Covid-19 y queremos, por ejemplo, comprar termómetros para los empleados de una pequeña empresa, la recomendación es comprar termómetros infrarrojos de frente sin contacto.
- Funcionalidades extra: Con el fin de ayudar en la lectura de resultados, algunos termómetros de infrarrojos incorporan pantallas con guías de colores que ayudan a saber si la temperatura del paciente se puede considerar fiebre. También suelen contar con alarma de fin de lectura o de fiebre. Y los modelos más avanzados incorporan incluso opciones para medir la temperatura de la comida o el agua de la bañera y "modo silencio" para cuando el bebé está dormido.
Termómetros digitales
Los termómetros digitales utilizan sensores de calor electrónicos para registrar la temperatura corporal. Son fáciles y rápidos de usar, ya que la mayoría de estos dispositivos son capaces de leer la temperatura en un minuto o menos.
Estos termómetros se pueden utilizar en el recto, la boca o la axila. Son considerados los más precisos ya que la medición se realiza dentro del cuerpo.
Suelen contar con una alarma que indica el fin de la lectura. Algunos modelos tienen también una punta flexible que ofrece mayor precisión y comodidad.
Termómetros infrarrojos
Los termómetros digitales con tecnología de infrarrojo son considerados los más cómodos y rápidos, ya que no se molesta al paciente durante la toma de la temperatura, algo especialmente idóneo cuando se toma la temperatura de un niño dormido, por ejemplo. Algunos termómetros infrarrojos permiten medir la temperatura sin contacto directo con el paciente.
Los termómetros de infrarrojos sin contacto limitan en gran medida el riesgo de contagio ya que ofrecen mejores condiciones de higiene y seguridad.
La medición es aparentemente menos fiable que con los modelos analógicos o electrónicos con contacto directo porque la medición se realiza fuera del cuerpo. Sin embargo, los modelos más avanzados cada vez ofrecen resultados más precisos.
Dentro de los termómetros de infrarrojos, hay dos tipos:
Termómetros de oído
El oído es un buen punto para medir la temperatura porque refleja la temperatura central del cuerpo. Los termómetros digitales de oído, utilizan un rayo infrarrojo para medir la temperatura dentro del conducto auditivo. Estos dispositivos no se recomiendan para bebés menores de 6 meses.
Termómetros de frente
Los termómetros de frente utilizan un escáner infrarrojo para medir la temperatura de la arteria temporal en la frente. Son un método rápido y cómodo para medir la temperatura de un niño y son ideales para neonatos y para niños pequeños.
Los termómetros de frente son una alternativa no invasiva a los termómetros de oído, ideales cuando el niño está dormido.
Termómetros de mercurio: desaconsejados
Los termómetros de mercurio ya no se recomiendan porque pueden romperse y permitir que el mercurio, que es tóxico, escape. Si tienes un termómetro de mercurio, no debes tirarlo a la basura, sino llevarlo al punto limpio más cercano.
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