Cómo elegir y cambiar la batería del coche

Que el automóvil se quede sin batería es un problema que le ha sucedido a muchos conductores, por lo que es muy útil saber cómo funciona y cuidarla, además de cambiarla cuando sea necesario.

¿Mi coche funciona a pilas?

En realidad sí. Una batería es un dispositivo que acumula energía eléctrica para después suministrarla gracias a una serie de procesos químicos. Así que sí, no deja de ser una pila electroquímica. Esencialmente, una batería es un conjunto de placas metálicas que se encuentran en una disolución de ácido sulfúrico y agua destilada. Al entrar en contacto, se produce una reacción química que genera electricidad y, al estar conectadas las placas entre sí, multiplicamos esta electricidad hasta obtener la suficiente para poner en marcha un vehículo.

La función principal de la batería de un coche es generar la corriente necesaria para arrancar el motor, además de asumir la labor del alternador cuando el vehículo está apagado, haciendo funcionar sus dispositivos eléctricos: bombillas, radio, calefacción, sistemas de seguridad...

Duración y mantenimiento

Por norma general, la batería de un coche dura de cuatro a cinco años, aunque un mantenimiento adecuado puede prolongar su vida, mientras que un uso incorrecto puede acortarla. Las buenas prácticas en el uso de la batería del coche pasan por desconectarla cuando el coche vaya a estar parado un largo periodo de tiempo (más de dos semanas), mantener los bornes limpios (con agua caliente, bicarbonato y un cepillo de dientes estando el vehículo siempre apagado), y revisar periódicamente el nivel de electrolito, rellenándolo con agua destilada, y nunca con ácido, si la batería es de las que requieren mantenimiento.

Algunos de los usos inadecuados que pueden acortar la vida de la batería son exponerla a temperaturas extremas, ignorar los posibles problemas del alternador, forzar los ciclos de arranque, tener los bornes sucios o sulfatados y conectar un número excesivo de dispositivos electrónicos en el coche, como GPS, DVD, cargadores de móvil…

Tipos de batería

Las baterías tradicionales, que requieren mantenimiento, siguen existiendo aunque casi todos los fabricantes han evolucionado hacia un nuevo tipo, que no necesita mantenimiento. Dentro de las últimas se distingue entre:

Baterías AGM (Absortion Glass Mat): soportan grandes tasas de carga y de descarga, y utilizan los mismos cargadores que utilizaban las antiguas, de placas de plomo y ácido sulfúrico. Tardan más en cargarse pero también en descargarse.
Baterías de gel: admiten un gran número de ciclos de carga y descarga, pueden trabajar con el 100% de su rendimiento después de una descarga profunda y aguantan mejor las condiciones duras, como las vibraciones, las altas temperaturas y los golpes. Se cargan más rápido y se descargan antes, aunque son más resistentes que las AGM.

Factores a tener en cuenta para elegir una batería

El tamaño de la batería, el formato de sus polos, la marca del fabricante y la fecha en que fue fabricada son datos esenciales a la hora de decantarnos por una u otra batería, ya que una elección incorrecta puede generar incompatibilidades o problemas a largo plazo en el funcionamiento del vehículo.

Tamaño de la batería: observe detenidamente las medidas de su antigua batería, y no la sustituya por otra de menor o de mayor tamaño.
Polos de la batería: el formato y la posición de los polos de una batería a veces varían en función del fabricante del coche. Asegúrese, por tanto, de que la nueva es igual a la antigua en este sentido.
Marca: no es un factor determinante, ya que en el mercado podemos encontrar baterías de marca blanca con muy buena calidad. Pero, eso sí, asegúrese de que la garantía sea al menos de dos años.
Fecha de fabricación: evite, en la medida de lo posible, comprar una batería con más de tres o cuatro meses de antigüedad, porque cabe la posibilidad de que se haya descargado un poco. Este consejo no es aplicable si la batería nueva ha sido almacenada en seco, es decir, que su electrolito viene aparte.

Otros aspectos importantes

Hay otros aspectos que deberíamos observar para hacer una compra acertada, y que suelen aparecer indicados en el exterior de la batería:

Capacidad nominal: determina la cantidad de intensidad eléctrica que la batería puede aportar en circunstancias normales.
Capacidad disponible: mide la cantidad de carga que la batería puede almacenar.
Intensidad de arranque en frío: debería ser lo más alta posible cuando se trata de un vehículo diésel.
Tasa de capacidad de reserva: determina el tiempo que tarda la batería en entregar una determinada intensidad de corriente sin que disminuya la tensión.
Autodescarga: mide la cantidad de carga eléctrica que se pierde diariamente aunque el motor del coche esté apagado.

Si nos quedamos sin batería…

Puede ocurrir que la batería se descargue, sobre todo después de un periodo de inactividad o en los meses más fríos del año, por eso es conveniente que sepamos arrancar el coche con pinzas, para salir del apuro antes de cambiar la batería.

La forma más segura y sencilla de hacerlo es colocando los dos coches (el que tiene la batería descargada y el que nos está prestando ayuda) uno frente al otro, y manteniendo el que no funciona con el motor apagado y la llave fuera del contacto mientras que arrancamos el que sí tiene batería. A continuación, debemos conectar una de las pinzas del cable rojo al borne positivo de la batería cargada, y la otra pinza del cable al borne positivo de la batería descargada. Después, repetiremos el proceso con el cable negro, conectando primero una de las pinzas al borne negativo de la batería cargada y la otra al mismo borne de la descargada. Una vez hecho esto, tenemos que arrancar nuestro coche y, cuando el motor esté en marcha, retirar las pinzas de ambos vehículos. Es muy importante dejar el motor arrancado durante al menos veinte minutos para que nuestra batería se recargue correctamente.

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