Cómo evitar que tu móvil sufra daños durante su uso habitual

Manuel Arenas

Periodista especializado en tecnología

@digitalcual

Manuel forma parte del equipo de expertos que cada día

nos ofrecen los mejores consejos en Carrefour.es

Los móviles son dispositivos capaces de resistir las agresiones habituales en situaciones de uso cotidiano. Sus botones aguantan decenas de miles de pulsaciones, las pantallas con cristal Gorilla Glass aguantan roces incluso con llaves, los conectores pueden soportar tirones de los cables y movimientos bruscos, etcétera. Pero, con todo, son dispositivos electrónicos, sujetos a desgaste y, si sucede un percance más severo de lo habitual, podemos quedarnos sin teléfono en cuestión de segundos. Tampoco hace falta que sea un percance. Un uso incorrecto también es un riesgo para la electrónica.

Qué riesgos podemos evitar

En general, se trata de seguir unas pautas derivadas del sentido común y ser un poco más conscientes sobre los posibles percances que podemos tener en nuestro día a día. Por ejemplo, guardar el ‘smartphone’ en un bolsillo interior con cremallera en lugar de en un bolsillo del pantalón.

El móvil en el bolsillo

Cuando el móvil está en el bolsillo, hay que prestar especial atención si son abiertos, como los de los pantalones chinos. Cuando nos sentamos, o incluso caminando a buen ritmo, pueden deslizarse fuera del pantalón más fácilmente de lo que pensamos.

En el bolsillo trasero, aparte del robo o sentarse encima, el riesgo se extrema en situaciones como cruzar corriendo un semáforo. En los bolsillos laterales de los pantalones cargo, es más complicado que se caigan, pero sí pueden ser robados.

En los bolsillos de chaquetas y cazadoras hay que ser igualmente precavidos. Si estamos usando un ‘powerbank’ para cargar el móvil, hay que tener cuidado de no enganchar el cable de carga con la mano, o podremos hacer que con el tirón, el ‘smartphone’ se caiga al suelo.

A tener en cuenta: Los móviles actuales son más grandes que antaño mientras que los bolsillos siguen siendo de las mismas dimensiones. Esto hace que sea más difícil que el móvil se quede bien guardado.

Llevar los móviles en los bolsillos pasa por elegir correctamente en cuál de ellos meterlo, o por decidir no hacerlo si no ofrecen las máximas garantías.

El móvil en el bolso o en la mesa

Si se guarda en un bolso o mochila, la mayor precaución es la de evitar que el móvil esté en contacto con objetos metálicos como las llaves, otros móviles o líquidos. Si tenemos una botella de agua en el mismo bolso o mochila en el que llevamos el móvil, existe el riesgo de que acabe derramándose sobre el terminal, con consecuencias fatales casi siempre. En segundo lugar, está la precaución de llevar el bolso y la mochila abiertos. Es un cebo para ladrones y dejamos en manos de la estadística que nos acaben sustrayendo el terminal en un momento de descuido.

Si se deja en una mesa, es crucial evitar que el móvil se caliente a causa de la incidencia del sol o la proximidad de objetos tales como un radiador o un horno en la cocina. También es importante no perderlo de vista si estamos en un espacio público, como una terraza.

A tener en cuenta: El cristal Gorilla Glass no es indestructible, por lo que no es conveniente que nos confiemos y dejemos a nuestro ‘smartphone’ sin protección junto a todo tipo de objetos. Por otro lado, una temperatura excesiva hace que la batería se degrade a un ritmo más rápido.