A tener en cuenta: El mejor momento para purgar los radiadores es justo antes de que el frío vuelva a instalarse en nuestros hogares. No esperes a que el termómetro baje hasta los cero grados, ni te adelantes demasiado al invierno. Si haces esto último, te arriesgas a que vuelva a acumularse aire en el interior de tu radiador antes de que necesites encenderlo.
Cómo purgar radiadores antes del invierno
Alfonso Aguilar
Responsable de electrodomésticos en Carrefour.es
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Llevar a cabo esta acción de la forma correcta y en el momento preciso puede ayudarnos a conseguir que nuestra calefacción funcione de manera mucho más eficiente, calentando mejor la casa y consumiendo menos energía.
¿Cuál es el mejor momento para purgar los radiadores?
En invierno, encendemos los radiadores con frecuencia pero, cuando llegan las temperaturas más altas, dejamos de hacerlo. Entonces, en su interior se acumula aire que debemos expulsar antes de volver a utilizarlos.
Tenemos que purgar los radiadores todos los años, antes de que volvamos a encenderlos con la llegada del frío. Aunque algunos modernos radiadores de alumnio, que suelen acumular más aire, disponen de purgadores automáticos, que lo expulsan por sí mismos, sin que tengamos que hacer nada.
El orden es importante
Antes de ponernos a purgar los radiadores a lo loco, debemos saber que hay una forma y un orden adecuados para llevar a cabo esta tarea. Así contribuiremos a que el proceso se realice mejor y más rápidamente, y que el funcionamiento de los radiadores sea más eficiente.
A tener en cuenta: Si vivimos en una casa de una sola planta, lo más recomendable es empezar a purgar los radiadores que se encuentren más cerca de la caldera, e ir alejándonos de ella siguiendo, a ser posible, el recorrido que hace el agua. De no hacerlo así, el primer radiador obstaculizará el trayecto y los demás no funcionarán correctamente.
Cuando vivimos en una casa con más de una altura, lo que tenemos que hacer es comenzar a purgar los radiadores que se encuentren en el piso superior, e ir bajando planta a planta. Incluso es posible que los radiadores de la planta baja ni siquiera necesiten ser purgados.
Una operación muy sencilla
Purgando los radiadores en el momento indicado, siguiendo el orden del que hemos hablado, y teniendo un poco de precaución, esta operación es muy sencilla, y no debería durar más de unos minutos.
A tener en cuenta: Los purgadores de los radiadores cuentan con una hendidura en la que, en la mayoría de los casos, se puede acoplar un destornillador plano. Para proceder al purgado, basta con girar ligeramente la hendidura, siempre en sentido contrario a las agujas del reloj. Es muy importante colocar un recipiente debajo, ya que después de salir todo el aire del interior del radiador, suele expulsarse también algo de agua. No debemos girar demasiado la muesca del purgador, porque podría salir mucha agua de repente.
Una vez que hayamos hecho salir todo el aire del radiador, solo tenemos que volver a girar la llave, esta vez en el sentido de las agujas del reloj. Cuando hayamos purgado todos los radiadores de la casa, y para terminar, comprobaremos que la presión de la caldera está entre un bar y un bar y medio. Si no fuese así, tendremos que abrir la llave y dejar entrar agua de nuevo hasta conseguir esa presión.
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