Consejos de seguridad en ‘un día de playa’
Rosa Armán
Responsable de jardín en Carrefour.es
Para disfrutar de un día de playa sin sobresaltos y accidentes es necesario seguir algunos consejos tanto dentro como fuera del agua.
Dentro del agua
Algunas imprudencias de los bañistas pueden acabar en disgusto. Para evitarlo, lo primero que debemos hacer al llegar a la playa es comprobar el color de la bandera de señalización. No hacer caso a estas banderas puede poner en peligro nuestra vida y la de otras personas que intenten socorrernos.
A la hora de buscar el lugar idóneo para pasar el día debemos evitar las zonas donde se practiquen deportes náuticos. Como bañistas puede ser peligroso nadar cerca de donde pasen barcas o motos acuáticas.
Una vez dentro del agua si nos arrastra la corriente, el error más común para salir es nadar a contracorriente, así solo nos agotaremos sin conseguir salir. La solución es mantener la calma y nadar en paralelo a la playa hasta sobrepasar la corriente.
Atención a las medusas porque su picadura, además de dolorosa, provoca irritación en la piel. Las medusas pueden estar tanto dentro como fuera del agua, por eso hay que estar atentos a los avisos que alertan de su presencia y caminar con precaución para evitar pisarlas.
Otra precaución importante para no sufrir accidentes es evitar tirarse de cabeza al agua en lugares poco profundos o donde no sabemos lo que pueda haber en el fondo.
Fuera del agua
Los efectos del sol son el mayor peligro que nos acecha fuera del agua, por lo que conviene tomar precauciones para evitar quemaduras en la piel e insolaciones. Es necesario usar protección solar y renovarla al salir del agua. Llevar sombreros o gorras e instalar una sombrilla en la arena aumentarán nuestra protección. Dolor de cabeza, congestión de la cara, respiración acelerada, vómitos, sudoración y fiebre alta son síntomas claros de estar sufriendo una insolación.
Si vamos a la playa con niños hay que extremar las precauciones porque ellos no son conscientes de los peligros. Es aconsejable ponerles camisetas y gorras para que no tomen mucho sol y preocuparnos de aumentar la cantidad de protección solar dada su delicada piel.
Durante la jornada de playa, además de proteger la piel debemos beber líquidos continuamente para evitar deshidratarnos por el calor. No es suficiente con refrescarnos en el agua pues es necesario reponer el líquido que perdemos por el sudor. Llevar una nevera es una buena solución para disponer de bebidas frescas en cualquier momento.
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