Dulce hogar, bebé feliz

Esther Martínez García

Pediatra

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Piensa en una casa que huele a bebé y en la que se escuchan sus risas y gorjeos: seguro que se te ocurren pocas cosas tan placenteras. En este tipo de casa el bebé crecerá feliz, en un hogar limpio, luminoso y ventilado donde se respira optimismo, alegría y tranquilidad, y donde se atienden sus necesidades de salud, seguridad y bienestar.

Adaptar la casa al bebé

Familia, ya estáis con vuestro bebé de vuelta en casa. Aquí el pequeño se sentirá protegido y cuidado. Si conseguís crear un hogar relajado y sin tensiones, vuestros hijos podrán desarrollarse emocionalmente de manera correcta siguiendo vuestro modelo de amor y respeto.

Además de este tipo de cuidados emocionales, es necesario seguir una serie de pautas en una casa en la que vive un bebé: el espacio, la luz, la ventilación, la temperatura y los sonidos deben ser agradables. También el orden y la limpieza. Elementos como los cambiadores y muebles bañera os ayudarán. Esto es fundamental para poder tener un espacio que le permita desarrollarse con libertad, y donde el orden sea el suficiente como para tener a mano lo necesario en todo momento.

A tener en cuenta: Seguramente, durante los últimos meses de embarazo llevaste a cabo una limpieza exhaustiva donde te deshiciste de cosas innecesarias para hacer hueco a todos los elementos que llegarán junto al bebé. A la hora de elegir los accesorios, piensa en su seguridad y su comodidad.

Es importante que el ambiente en casa no sea muy seco, de modo que un humidificador de aire os puede venir bien a toda la familia. Los humidificadores están contraindicados en niños con hiperreactividad bronquial. En cuanto a la temperatura, lo mejor es no pasar de entre los 18 y los 22 grados, y siempre intentando no usar aire acondicionado. Es mejor refrescar la casa o el coche cuando el niño no está y, sobre todo, evitar que el chorro de aire frío le dé directamente en la cara.

Su propia habitación

Durante los primeros meses, el bebé dormirá en una cuna en la misma habitación que sus padres. De todos modos, cuando llegue el momento de preparar su habitación, puedes tener en cuenta que puede ser útil no llenarla de juguetes para que sea espaciosa y le permita estar cómodo.

Los colores podéis elegirlos según vuestros gustos, ya ha pasado de moda lo de utilizar el rosa para niñas y el azul para niños. Podéis planear el mobiliario y la decoración de la habitación del bebé. Ten en cuenta que en pocos años su cuarto será su mundo, su lugar predilecto donde podrá ser el mismo y desarrollar su imaginación y sus sueños.

A tener en cuenta: Si vas a instalar una cuna en su cuarto, recuerda que el colchón de la cuna debe ser firme con forro impermeable, y olvídate de almohadas y edredones: basta con sábanas de algodón y una mantita.

Según vaya creciendo, irá dejando de utilizar unas cosas y empezará a utilizar otras como correpasillos, alfombras para tumbarse…

La hora de la comida y el baño

Bañar a un recién nacido es al principio un poco estresante, de modo que elegid la bañera con la que más cómodos os sintáis, ya que se trata de uno de los momentos más especiales del día para todos. Los niños lo suelen disfrutar mucho si cuidamos una serie de detalles: no bañarle con hambre o recién comido, tener el agua a una temperatura de entre 36 y 37 grados, jabón neutro y esponja natural.

También es muy importante el momento de la comida del bebé. Al principio lo más beneficioso es la lactancia materna. Es recomendable que la mamá esté tranquila, que le acaricia, le hable y disfrute de ese momento de intimidad durante el cual está estrechando los lazos con su hijo. Elige un lugar de tu casa que sea relajado, con luz y sin mucho ruido, y busca un sitio cómodo que te permita mantener la espalda recta y apoyada, que te permitan sujetar a tu bebé sin hacer fuerza con los brazos.

A tener en cuenta: Algo muy cómodo es un cojín de lactancia con diseño anatómico que rodea tu cintura por delante y evita sobrecargas lumbares y cervicales, así como presión en el antebrazo; estarás cómoda y relajada mientras tu hijo se alimenta.