A tener en cuenta: Es perfectamente normal que la persona encargada del cuidado del niño sienta la necesidad de tener unas cuantas horas en el día para sí mismo. Un bebé en casa genera mucho estrés y la atención de los adultos se centra únicamente en el niño.
Guardería, ¿sí o no?
Esther Martínez García
Pediatra
www.qipoint.net/es
Esther forma parte del equipo de expertos que cada día
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La mayoría de los padres se enfrentan a la vuelta al trabajo tras la baja maternal o paternal, y no les queda más remedio -en un difícil intento de conciliación laboral y familiar- que buscar a alguien que cuide de su bebé o una guardería.
Sin embargo, hay otras familias que no se tienen que reincorporar al trabajo y que, cuando su hijo o hija llega al año de vida, se plantean la opción de llevarle a la guardería, aunque haya alguien en casa. ¿Es mejor llevarle o que se queden con nosotros?
Ventajas de la guardería
Uno de los argumentos más utilizados para inscribir a nuestro bebé en la guardería es el de que así se mejorará la socialización del niño y aprenderán a compartir. Aunque esto no es del todo cierto, ya que los bebés no están preparados para mantener relaciones con otros compañeros a nivel de juego entre niños hasta los tres años, sí es verdad que se puede acostumbrar a convivir con otros niños, a esperar su turno y a no asustarse ante las reacciones de otros bebés.
Otro punto a favor de la guardería, aunque dependerá de cada niño, es que pueden ir acostumbrándose durante unas horas a la separación de su figura de apego, lo cual le facilitará la tarea a la hora de ir al colegio en un futuro próximo.
Por lo general, aunque el periodo de adaptación al colegio les suele costar a casi todos los niños al tratarse de un lugar nuevo y una profesora nueva, los niños que han ido a la guardería tienden a asimilar antes las rutinas del aula, a entender qué se espera de ellos a la hora de recoger o a la hora de colaborar.
De todos modos, no hay que olvidar que la guardería también es una nueva experiencia en el primer año, y que también necesitarán su periodo de adaptación escolar.
Desventajas de la guardería
Al igual que hemos señalado que hay personas que necesitan ese tiempo a solas, hay otras muchas que al contrario, relegan sus carreras profesionales o acomodan sus ingresos para no tener que trabajar y poder disfrutar durante los tres primeros años de vida de los bebés en casa junto a ellos. Es más, no son muchas pero sí existen, las familias que cuidan a sus hijos en casa hasta los seis años, cuando la escolarización ya es obligatoria.
Parece probado que los niños que se crían con este ritmo ‘slow’, más tranquilos en casa, desarrollan de manera especial el apego con sus figuras de referencia, su imaginación, su capacidad de autonomía y organización, ya que viven sin horarios, muy involucrados en la rutina familiar en cuanto a la comida del bebé, compras, lavadoras y organización, y aprenden desde muy pequeños este tipo de rutinas caseras.
A tener en cuenta: Parece evidente que la madurez de un niño va en aumento según cumple años, por lo que siempre será más fácil comprender la ausencia de su figura de apego cuanto más mayores sean, siendo así la separación menos traumática y más fácil de asimilar.
Como vemos, parece que no hay una solución perfecta, y que cada familia tiene una opción con la que se siente cómoda. Desde luego, lo más importante es siempre priorizar el bienestar de los bebés y adaptar nuestras situaciones familiares para crear un clima de bienestar y alegría en casa, sea cual sea la opción que elijamos.
Las guarderías y las enfermeades
Es normal escuchar que los niños en las guarderías se inmunizan y pasan enfermedades y catarros, que así “se quitan de en medio”. La realidad es que muchos peques pasan más tiempo en casa que en la guardería durante su primer año, pero poco a poco van desarrollando su sistema inmunológico para irse preparando para los años posteriores de escolarización.
En cualquier caso, lo habitual si se opta por llevarlo es buscar guarderías cercanas al hogar para dejar durante tres o cuatro horas al niño, y aprovechar ese tiempo para cualquier otra actividad que el adulto quiera hacer a solas, desde ir al gimnasio hasta leer.
A tener en cuenta: Los niños que al menos están en casa hasta los tres años tienden a enfermar menos porque están menos expuestos a los virus, de modo que cuando acuden al colegio por primera vez tienen un sistema inmunológico más fuerte y los procesos víricos a los que se enfrentan suelen durar menos tiempo que en niños más pequeños.
De todos modos, no siempre es una decisión que sea fácil tomar pues las necesidades económicas de cada familia tendrán mucho peso en dicha elección.
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