Las mejores rutas en bici para hacer en familia
Recorrer en bici el Camino de Santiago o la Ruta del Quijote es una forma sana y económica de hacer turismo en grupo.
Nada como hacer deporte juntos para mantener a la familia unida y más para los que prefieren escapadas activas. Tanto en territorio nacional como más allá de nuestras fronteras existen numerosas rutas para convertir a la bicicleta en la protagonista. Proponemos algunas de las más emblemáticas. Eso sí, de distintos grados de dificultad para ajustarse al pedaleo de cada familia.
Un camino rodado
Si hay una ruta por excelencia en España (ya sea a pie, a caballo o en bicicleta) es el Camino de Santiago. Se estima que uno de cada diez peregrinos que alcanzan la Plaza del Obradoiro lo hace sobre dos ruedas. Las distintas opciones para llegar a Santiago hacen que esta ruta pueda adaptarse a las circunstancias de cada turista y, en este caso, de cada familia. El camino francés es el más habitual para los ciclistas, pero puede requerir cierta destreza al manillar, ya que las etapas rondan los 50 kilómetros y tienen un cierto grado de dificultad debido a las peculiaridades del terreno. Por tanto, es recomendable solo para ciclistas acostumbrados a pedalear en el campo, con todos los obstáculos que conlleva.
Pedaleando entre molinos
Para aquellos que prefieren dejar las emociones para más adelante, la
A la orilla del Danubio
De Passau a Viena. Sin duda, una ruta idónea para hacer con niños de cualquier edad gracias a que es llana y a su carril-bici alejado del tráfico de otros vehículos. Con una distancia de 340 kilómetros y unos paisajes de ensueño, la llamada Ruta del Danubioestá perfectamente preparada para los amantes de las bicis. A lo largo del recorrido hay varios puntos de información, talleres de reparación de bicis y ferries que cruzan el río y que admiten bicicletas abordo. Como es una ruta muy preparada para ciclistas, existen varias agencias que transportan el equipaje de una etapa a otra para aquellos que no quieran ir cargados mientras pedalean. Una buena opción para los padres que lleven ‘exceso de peso’ en sus sillas portabebés.
Mucho más que castillos
Otra región de perfiles suaves es el centro de Francia, concretamente el Valle del Loira. Conocida por sus castillos, también goza de una imponente naturaleza y de una temperatura perfecta para hacer excursiones en verano y otoño. Existen múltiples itinerarios posibles gracias a sus más de 2.000 kilómetros de rutas señalizadas: desde caminos de tierra hasta carreteras locales bien acondicionadas. Muy acostumbrados a recibir ciclistas, gran parte de los alojamientos de la zona ofrecen comodidades para este tipo de viajeros.
De ruta por el país de las bicis
Si hay un país que pueda presumir de la adaptación a las bicicletas es Holanda. Sus ciudades están más que preparadas para los ciclistas, así que los caminos de las afueras no iban a ser menos. Además de las buenas costumbres ciclistas de los holandeses, la llanura de su territorio facilita en gran medida los viajes en familia. Una de las excursiones más atractivas es la que transcurre alrededor del mar interior de Holanda, Ijsselmeer, y que suma unos 300 kilómetros de distancia. Desde Zoetermeer también parten algunas rutas muy interesantes para hacer con niños. Es un recorrido de seis días que incluye trayectos en barco y paseos –cómo no, sobre ruedas– junto a las playas de Scheveningen y Noordwijk.
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