Leche de fórmula, su primer alimento
La alimentación de tu bebé será uno de los temas al que más atención le prestes. La leche de fórmula nutre al recién nacido porque está diseñada para satisfacer todas sus necesidades alimenticias. Para saber cuál necesita tu bebé en cada momento, conviene que te informes de todos los tipos de leche para bebés que existen en el mercado.
La elección de la lactancia artificial
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé y después mantenerla como un complemento de su dieta hasta los dos años. Pero en muchas ocasiones, por razones personales o médicas, se recurre a las leches de fórmula, que son completamente adecuadas para una correcta alimentación infantil.
Las leches de fórmula cumplen todas las normas de calidad, seguridad y contenido en nutrientes. La mayoría intenta reproducir la composición de la leche materna para aportar sus beneficios a los bebés. La leche artificial se digiere más despacio, por lo que no son necesarias tantas tomas como con la leche materna.
Existe una gran variedad de marcas de leches artificiales, y muchas adaptan su composición a niños con problemas nutricionales especiales (alergias, intolerancia a la lactosa…). Si tu hijo no tolera bien la leche, consulta con su pediatra hasta dar con la que sea más adecuada para su organismo.
El biberón permite que el bebé pueda ser alimentado tanto por la madre como por el padre u otra persona de confianza y repartir así sus cuidados.
¿Cuántas leches de fórmula existen?
Las fórmulas para los lactantes se presentan en diferentes formatos: polvos, líquidos concentrados y presentaciones listas para el consumo. Hay tres tipos básicos que se adecúan a la edad y necesidades del bebé desde su nacimiento hasta los tres primeros años:
- La leche de iniciación (llamada comúnmente ‘leche 1’) alimenta al bebé desde el primer día y hasta los seis meses. Es la que más se parece a la leche materna.
- A partir de los seis meses el bebé empieza a tomar leche de continuación(‘leche 2’).
- Desde los doce meses los bebés ya pueden tomar leches de crecimiento (‘leche 3’), pero las últimas recomendaciones pediátricas apuntan a seguir con leche de continuación hasta los 18-20 meses. A partir de esa edad sugieren seguir con la leche de crecimiento hasta los 3 años, cuando ya se puede introducir la leche de vaca.
La leche debe combinarse con la alimentación complementaria, que se introduce entre los cuatro y los seis meses. Además debe llevar nutrientes que ayuden a la maduración de las defensas naturales.
Cuando se introduce la leche de vaca hay que evitar la desnatada. Su bajo contenido en grasas dificulta la absorción de las vitaminas y el calcio.
Consejos básicos de utilización
El bebé debe consumir la leche inmediatamente después de haberla preparado. No conviene guardarla de una toma a otra, y tampoco recalentarla. De paseo o de viaje se puede llevar un termo con agua junto con un dispensador de leche en polvo, para después mezclarlos, justo antes de dársela al bebé.
Cada bebé necesita una cantidad de leche determinada. No le marques horarios ni le obligues a acabarse el biberón. Igual que la leche materna, también es a demanda.
Los envases de leche artificial pueden estar abiertos como máximo un mes sin ser consumidos. Tienen que estar en un lugar fresco y seco.
Marisa Clari Roig
Matrona en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia
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