Beneficios del porteo como forma de crianza
Cuando nacen, los bebés quieren estar en brazos. No es un capricho: así es como se han criado nuestros antepasados y la mayoría de mamíferos durante siglos. Afortunadamente hoy existen múltiples sistemas para cargar a los bebés de manera más cómoda que nunca: hablamos del porteo, las mochilas portabebés.
El porteo como forma de crianza
Para tu bebé la vida no empieza el día del parto. Antes ha pasado cuarenta semanas creciendo dentro de ti. Está acostumbrando a un contacto permanente contigo: escucha los latidos de tu corazón, siente el ritmo de tu respiración y se mece al vaivén de tus movimientos. El porteo es una práctica que imita las condiciones en las que se ha formado tu hijo en el interior de tu vientre.
El porteo consiste en llevar a tu hijo contigo, encima de ti. No es nada novedoso: nuestros antepasados lo han hecho durante siglos. Salían a buscar agua o recolectar alimentos llevando a sus bebés cargados encima con la ayuda de telas, al tiempo que los protegían de los peligros del entorno.
El portabebés es la herramienta que permite que los padres carguen a sus hijos de manera cómoda. Las mochilas portabebés son el método más práctico: como llevan años en el mercado se han perfeccionado sus diseños. Además, resultan fáciles de poner y quitar.
Los carritos de bebés son un invento moderno. Aunque los primeros aparecieron en el siglo XVIII, solo estaban al alcance de los ricos. En el siglo XX fue cuando se extendió su uso. Hasta ese momento, los bebés iban en brazos hasta que aprendían a caminar.
Beneficios del porteo
Los beneficios del porteo son numerosos, tanto para él niño como para sus padres. Los bebés que son porteados lloran menos, duermen más y tienen digestiones más fáciles, ya que se reduce el cólico del lactante debido a la posición vertical y el movimiento continuo. También se sienten más tranquilos y seguros, porque están en contacto directo con su progenitor.
Los bebés que se alimentan de leche materna cuentan además con una ventaja añadida: al estar en contacto directo con el pecho de su madre, pueden comer en cualquier momento y lugar de forma cómoda.
Portear permite una mayor libertad para realizar cualquier actividad (ejercicio, pasear, comprar, limpiar…) porque el niño está en brazos pero tú tienes las manos libres.
El vínculo afectivo y el apego entre los padres que portean y el bebé se refuerza: el contacto físico durante largos periodos de tiempo aumenta los sentimientos de protección y amor hacia el pequeño.
Consejos para que el porteo sea un éxito
No te preocupes si al principio no te desenvuelves con soltura con tu mochila portabebés: el porteo se aprende practicando. Se recomienda empezar progresivamente y aumentar poco a poco el tiempo, así tus músculos estarán más fortalecidos y tu cuerpo se irá adaptando al peso del bebé conforme vaya creciendo. Hay mochilas específicas según la edad. En cualquier caso, es bueno hacer descansos para relajar tu zona cervical, incluso te vendrá fenomenal practicar estiramientos para recuperar la musculatura de espalda y hombros.
Cuando coloques al bebé, debes ajustar y regular los tirantes de tu mochila hasta que su cabeza esté bajo tu mentón. Para que tengas una referencia más clara, debes poder besarle en la frente sin esfuerzos. Las diferentes mochilas se adaptan al peso de los bebés. Por lo general, cuando pese unos 11-12 kilos, lo llevarás con más comodidad a la espalda que en el pecho.
Si llevas a tu bebé en la mochila y tienes que agacharte, hazlo siempre con la espalda recta y flexionando las rodillas.
Cuando portees al bebé en el pecho siempre debes tener tu campo de visión libre para poder evitar cualquier tipo de obstáculo en el terreno.
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