Una pizarra en tu nevera, dale un toque personal a tu cocina
A todos nos gustan las tizas y ahora además están de moda. La estética de una pizarra para comunicar se ha apoderado de los bares molones y restaurantes ‘it’. No solo los niños , también los adultos nos divertimos. Una pizarra en la cocina puede ser un punto de encuentro para dejar mensajes y disfrutar de pinturas improvisadas. Es muy fácil de conseguir.
Arte en la cocina
Durante mucho tiempo ha estado de moda panelar las puertas de los electrodomésticos para que fueran iguales que el resto de los muebles de la cocina. Después, los electrodomésticos en acero han invadido las cocinas, pero si quieres personalizar el frigorífico una buena idea es decorarla con una pizarra y, a partir de ahí, diseñarlo como quieras.
Cuando la tecnología ha invadido las aulas desplazando a las pizarras y las tizas al baúl de los recuerdos llega la moda de pintar de pizarra las paredes de casa, para que todos puedan hacer sus dibujos y anotaciones. Los niños disfrutan porque ¡por fin! pueden pintar las paredes sin ser castigados por ello mientras para los mayores es la libreta donde dejar avisos, recetas, listas…o alguna obra de arte.
Pasos a seguir
Pintar de pizarra una superficie es una tarea de bricolaje muy sencilla. En el caso del frigorífico hay que empezar por lijar la puerta con papel de lija para eliminar el brillo satinado. En realidad, con este lijado no se trata de pulir la superficie sino de arañarla para que se adhiera mejor la pintura. Una vez que se ha pasado la lija por toda la superficie que se quiere pintar de pizarra se limpia con un paño húmedo para eliminar todo el polvo.
Este paso se puede sustituir si sobre la puerta del frigorífico se da una mano de selladora porque también permite la adherencia de la pintura. En este caso, después de seca la selladora se pasa un papel de lija para eliminar las impurezas y que la superficie quede igualada.
Cuando la superficie está limpia del polvo del lijado se pinta con la pintura de pizarra con rodillo. Para conseguir un buen resultado se debe pasar una primera capa en sentido horizontal y una segunda capa en sentido vertical, lijando la puerta del frigorífico entre cada capa. La pintura de pizarra cubre bastante, pero conviene revisar bien cuando está seca para ver si queda alguna zona más clara que puede retocarse con un pincel suave. Finalizada la pintura es necesario esperar varios días hasta que la pintura se endurezca para comenzar a pintar sobre la pizarra con tizas blancas que no rallan.
Elaborar la pintura en casa
La pintura de pizarra se encuentra con facilidad en las tiendas, pero si quieres hacer tú misma la pintura no es un proceso complicado. Se necesita una pintura acrílica del color que se quiera como base. Para la pasta se puede utilizar yeso blanco, escayola fina, aquaplast o tizas trituradas; agua caliente y un batidor.
Se mezcla el agua caliente con el yeso o el material que hayamos elegido hasta que no forme grumos. Tiene que quedar con una textura más bien liquida para evitar que se endurezca como una piedra. Cuando se consigue mezclar bien se añade la pintura acrílica en la misma proporción y se remueve hasta que ambos compuestos se unifican.
También existe una pintura negra magnética. Se aplica antes de la pintura de pizarra y de esa manera podremos seguir poniendo imanes con fotos y dibujos de papel en nuestro frigorífico.
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